Por mucha prisa que se pueda tener, el comienzo del año - el Año Nuevo - es largo y variado. ¡Qué menos que una semana para albergar todas y cada una de las variedades jubilosas que se presenta en estés primeros días del mes de Enero! Vienen familiares, desde otras provincias españolas y hasta del extranjero, y se marchan otros para cumplir esos gratos encuentros con otras familiares y hasta con buenos amigos de largo tiempo atrás. Es cierto que entre una y otra festividad específica se atiende alguna cuestión , como puede ser visitar al médico, para dar cumplimiento a una cita convenida algún tiempo atrás, pero eso no evita que sea un tiempo festivo largo el de la celebración del Año Nuevo.
Es tiempo, a su vez, de faringitis y otras variedades de los enfriamientos correspondientes a las madrugadas de estos días, en especial entre la gente joven, cuya experiencia es menos que la que poseen personas con más años; ya las sufrieron en sus años jóvenes, pues en cualquier época no es concebible, en nuestro hemisferio y latitudes altas, el frío intenso de la madrugada por mucha que sea la calefacción interior que se le haya suministrado al cuerpo. Además, las ganas de cantar a pleno pulmón también pasan su parte de factura. Pero, bueno, en esos días de comienzos de año hay que contar con algún que otro día de cama o de sofá con el cuerpo bien envuelto en una buena y gruesa manta.
Al final se encuentra uno con el alma enriquecida porque han sido días felices y hasta es posible que se haya ayudado a alguien a disfrutar de algo de la alegría del comienzo del año, del comienzo de una tarea larga y complicada que nos llevará a todos a dedicar nuestro tiempo a resolver cuestiones específicas de nuestra situación personal. No echo en olvido a quienes cada día supone un tiempo de sufrimiento, tanto por enfermedad como por falta de trabajo y una familia a la que alimentar y educar. Todo esto forma parte del pensamiento en el Año Nuevo, en esos días que son deseables alegres y felices para todos aunque, desgraciadamente, no llegará a ser así; y ello forma parte de nuestra vida siempre y más acusadamente en días llamados a la felicidad..
Para muchas personas ese contraste puede que llegue a ser una novedad triste y profunda. Quizás antes no pudo o no supo ver la realidad de la vida y ésta es necesario conocerla profundamente y amar a los que padecen la escasez, mientras uno goza de una cómoda situación económica que ha logrado a base de esfuerzo personal, a veces muy duro. Tiene derecho a disfrutar de sus éxitos, pero ahí está esa gran cantidad de personas que viven como pueden, con escaseces que a veces llegan a límites insostenibles, las cuales no se las puede ignorar bajo ningún concepto. En tu trabajo, cualquiera que sea, debe estar presente toda esa gama de infelicidad que hay en el mundo y que ha ido creciendo como las aguas desbordadas de los ríos. Es conveniente pensar seriamente, en estos días de comienzo de Año Nuevo, en algo concreto que enriquezca el alma, que llene los sentimientos del corazón y el ansia de favorecer a todos los que sea posible, para que la vida personal se engrandezca.