Como tampoco lo es nada de lo que ocurre a nuestro alrededor o a muchísima distancia, aunque no conozcas el lugar de los hechos ni las personas que son el centro de ese acaecimiento. Todo ello forma parte de la vida de cada persona, aunque sea lejanamente. Si hay una catástrofe en países lejanos sentimos dolor por tantas ´personas que perdieron la vida o sufrieron heridas de consideración además de ver destrozados sus hogares. Cuando tenemos noticias de esos hechos e incluso estamos viendo imágenes de los mismos, puede que estemos disfrutando de una taza de café o de alguna otra cosa o acción, pero la vida es también toda esa sucesión de hechos desgraciados para muchísima gente y también para quienes están disfrutando de bienestar. La vida no es un juego para nadie, sino responsabilidad para todos.
A veces huimos de nuestra responsabilidad personal; nos queremos erigir en individualidades, en seres humanos que estamos muy satisfechos de lo que hacemos, aunque sea a costa del sufrimiento de otras muchas personas. Quizás no lo tenemos en cuenta porque a veces se trata de cuestiones muy lejanas o porque no conocemos a la persona que está sufriendo, aunque la tengamos muy próxima; tal vez se nos olvida que hay hospitales donde acogen a personas destrozadas física y moralmente. ¿Qué hacemos por ellos? ¿Acaso se puede ignorar - sin responsabilidad alguna - el sufrimiento humano?. ¿Nos resulta más cómodo aislarnos dentro de la opresión del egoísmo? La vida la administras a tu conveniencia, alejando de ti mismo todo lo que no te resulte grato; pero ten por seguro que no es justo actuar así.
Hoy, miércoles día 6 de Marzo, apareció en primera plana de la prensa la noticia del fallecimiento del Presidente de Venezuela, Sr. Chávez. Era una noticia esperada desde hace algún tiempo dada la gravedad de la enfermedad que padecía. Le fueron aplicados todos los remedios que el caso necesitaba, pero la noticia de su muerte se esperaba de un día para otro. Era una persona muy controvertida por la labor de gobierno que hizo en su país y la influencia que ejerció en otros próximos a sus fronteras. Tenía unas ideas que se esforzó en poner en práctica, apoyándose en la riqueza de los yacimientos petrolíferos de Venezuela. Era una riqueza de todos los venezolanos, pero no dudó en utilizarla para unos fines en los que no coincidían todos los habitantes del país y tampoco los de otros países. Él jugó a lo suyo.
Cuando se contemplan vidas de esa naturaleza hay, simultáneamente, sentimientos de pena y de alivio. De pena porque han sido unos años en los que la incertidumbre ha dominado la vida de su país y de otros más o menos próximos, geográfica o ideológicamente. De alivio porque sufrió mucho con su carácter dominador y es de esperar una mejor situación anímica en el país. Él entendió la vida y las relaciones humanas de forma un tanto caprichosa, lo que se tradujo en un serio estado de inquietud en muchas otras partes del mundo a la vista de la presencia de otros intereses que podrían llegar a trastocar el equilibrio internacional lo grado a lo largo de muchos años y basado en conceptos mucho más conservadores y de una progresión más conforme con la realidad, a pesar de sus defectos.
Descanse en paz ese hombre que no conoció, a no supo entender, una sabia frase de Aristóteles - gran pensador de la antigüedad - que dice: "Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego".
Manuel de la Hera Pacheco.- 6 Marzo 2013