El temporal ha mostrado una de sus peores caras dejando de nuevo la ciudad bloqueada. Tan solo el servicio de Balearia permitió que siguiera habiendo conexiones con la península. La línea de helicópteros, suspendida hace casi un año, no ha hecho sino mostrar una Ceuta más tercermundista.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha sufrido en primera persona esta situación, así que no hace falta que nadie le explique lo que pasa en esta tierra cada vez que la mar se pone más brava de la cuenta. Sobre la mesa de debate político se pondrán variados asuntos aunque, sin duda, el más importante debe ser el de las conexiones con la península. Porque los déficits en esta materia provocan que esta ciudad pierda muchos puntos, que sufra atrasos que no puede permitirse quienes luego quieren defender una promoción... ¿cómo, basada en el aislamiento? Convendrán conmigo en que no resulta lógico que la visita de toda una comitiva judicial, como la que a partir de hoy estará también Ceuta para analizar la implantación de la Nueva Oficina Judicial, quede pendiente de un temporal pudiendo irse al garete con todas las expectativas que se han puesto en la ristra de reuniones que tendrá lugar en estos dos días.
Las imprevisiones no pueden ser de tal calado, los pasos dados atrás no pueden cargarse de un plumazo todo lo conseguido.
La ministra Pastor, la primera que viene a Ceuta en este año, de la que se espera el análisis de asuntos de peso para el futuro de esta ciudad, no puede ver alterada su agenda por un temporal. Hay quien decía ayer que esta suspensión de 24 horas habrá servido para que conozca la situación de aislamiento de primera mano. Debates al margen, lo que más bien ha quedado expuesto es hasta qué punto cualquier ciudadano hoy por hoy en pleno 2013 puede estar sometido a algo tan inestable como un temporal. Es una apuesta al todo o a la nada. ¿Cabría que la línea de interés público fuera también aérea para no estar sometidos a los requerimientos de rentabilidad económica, por otro lado lógicos, de las empresas? Ceuta no puede pretender ir más allá con estos mimbres.