El colectivo de panaderos mantuvo ayer un encuentro con el delegado del Gobierno para pedirle que interceda ante la competencia desleal que se ejerce, con descaro, desde Marruecos. Ahora Pacoantonio les promete apoyo. El encuentro en sí me llama la atención, porque llevamos años, demasiados, hablando del mismo problema. ¿Cómo narices no se le ha puesto remedio? De las 16 panaderías que existen en la ciudad, sólo seis han sobrevivido a esa competencia desleal. La degradación del sector ha ido produciéndose año tras año. En la hemeroteca figuran crónicas y más crónicas de encuentros de estos panaderos con el delegado de turno y el presidente de turno. De aquellos encuentros salían con el mismo compromiso: que se iba a actuar. ¿Cómo es que pasan los años y seguimos con la misma presión enfermiza?, ¿cómo es que resulta tan complicado controlar, en ciudad tan chica, un mercado que pasa por nuestra frontera?, ¿qué controles sanitarios tiene esa mercancía que se enfrenta a la que sí se controla en Ceuta? Son preguntas sencillas a las que nadie ha querido dar respuestas, y al final terminamos escribiendo de lo mismo, con otros protagonistas, pero en definitiva de lo mismo, dejando que el problema engorde a costa de seguir difundiendo las mismas mentiras.
Ahora es este delegado el que promete la búsqueda de soluciones. Lo hace en una sociedad de escépticos a los que les cuesta creer que el ahora es el posible. Desconozco si se abre un nuevo periodo en el que realmente se va a conseguir que la legalidad llegue a todos los ámbitos de la vida. Son tantos los sectores que eran productivos en esta ciudad y que han ido muriéndose por la inacción de las autoridades... Ahora clama el sector de panaderos, en otras ocasiones han sido los pescadores... mañana, se verá. Todos terminan teniendo en común la necesidad de protestar contra una competencia que no tiene freno y a la que tampoco se le aplican medidas y controles para, sencillamente, garantizar eso que llaman salud pública.
Ahora es este delegado el que promete la búsqueda de soluciones. Lo hace en una sociedad de escépticos a los que les cuesta creer que el ahora es el posible. Desconozco si se abre un nuevo periodo en el que realmente se va a conseguir que la legalidad llegue a todos los ámbitos de la vida. Son tantos los sectores que eran productivos en esta ciudad y que han ido muriéndose por la inacción de las autoridades... Ahora clama el sector de panaderos, en otras ocasiones han sido los pescadores... mañana, se verá. Todos terminan teniendo en común la necesidad de protestar contra una competencia que no tiene freno y a la que tampoco se le aplican medidas y controles para, sencillamente, garantizar eso que llaman salud pública.