Semana intensa ésta que transcurre entre Derbis y Clásicos, como si para Derbi no es ya suficiente el que millones de familias de parados tienen que librar contra un destino que no han buscado ni provocado o como si para Clásico no fuese bastante con la silenciosa batalla que libran, sin cesar, los de arriba contra los de abajo para que nada cambie.
Intensa semana, insisto, ésta que vivimos en los albores del período carnavalesco en el que la actualidad se empeña, noticia tras noticia, en disfrazarse con telas de esperpento y dejarse llevar por cuentos para no dormir.
Vean si no: Érase una vez un ex presidente amante de trajes regalados absuelto de cohecho, a pesar de las evidencias palmarias; y eso que, pese a la repercusión mediática, es sólo el puto chocolate del loro de una trama mucho más extensa y podrida que huele a degradación moral.
Érase una vez un juez sentado en un banquillo por, supuestamente, haber vulnerado los derechos de los responsables del mayor fraude fiscal y red de tráfico de influencias que ha conocido este país…eso al margen de otro proceso kafkiano impulsado por un grupo de extrema derecha por el caso de las fosas del franquismo. Esto sencillamente, ya huele a mierda, para que nos vamos a engañar.
Erase una vez en Francia, el casi Presidente de la República, el socialista François Hollande, declara que su adversario no es Sarkozy si no el sistema financiero que ha amasado millones de euros a costa de empobrecernos a todos.
Habla de una intervención directa de todo el sistema bancario para recortar prebendas y derechos de pernadas varias. ¿Los chicos de los recados se rebelan contra las manos que les dan de comer? Va a ser que, a pesar de las ganas que tengo de lo contrario, no me voy a creer nada de nada.
Y para guinda de un imposible pastel de ilusiones, érase una vez los mismos mossos de escuadra que, hace pocos meses, machacaban de forma inmisericorde a los integrantes de mareas verdes y 15M en Barcelona, hoy, como si nada, se manifiestan contra los recortes salariales.
¿ Y ahora qué? Pues ahora, con un poco de suerte, los integrantes de la Marea Verde podrían darles clase de poesía, concretamente de Nicolás Guillén, cuando clamaba que a un hermano no se mata, que no se mata a un hermano. Así de simple.
Aquí al Sur del Edén, nos seguimos aferrando a la rima, en esta ocasión de Gloria Fuerte, para recordar eso de “erase una vez….cuando yo soñaba el mundo al revés”.
Ya lo dice mi mañica preferida con contundencia y acierto: “Germinalico, el Poder tiene todos los resortes para hacernos ver que lo blanco es negro…y a callar que al que tose le cortan la garganta”. Erase una vez un mundo que cada vez se asemejaba más al 1984 de Orwell… y todos tan felices. Joder que pena de herencia estamos dejando, en fin, es lo que hay.