Quién es más ciego, él que no ve o el que no quiere ver, o en definitiva de una forma u otra todos estamos ciegos. Este es uno de los muchos refranes que usa Saramago. ¡Es bueno este Saramago!, como diría mi amiga. Por cierto, que aún sigue sin saber a quién votar. Pero tiene muy claro a quién no va a votar, y tampoco ha dudado en hablarme del último libro de Saramago, “Un ensayo sobre la lucidez”, espero que una vez lo haya terminado, no se me planteen las mismas dudas que a ella en cuanto a la intención de voto. Hasta el momento lo tengo claro, muy claro, no soy caballa, soy ceutí.
En fin yo venía a hablar del libro, no de mi libro, sino del último libro de Saramago, aunque conforme iba avanzando en la redacción de esta columna, he pensado que solo os daré algunas pinceladas, y no es por no fastidiaros el argumento del libro, (os hablaré de él con más detalle una vez que comience oficialmente la campaña electoral) sino porque vaya a ser que a mi amigo y contertulio Julián Domínguez se le ocurra denunciarme a la Junta Electoral de Zona (JEZ) y me toque pagar una multa como mínimo de 300 euros. ¿Por cierto, se ha pronunciado ya la Junta Electoral de Zona sobre quién es la segunda fuerza política más votada? A mí no me cabe duda, el PSOE-Ceuta; puesto que una coalición por mucho que los partidos que la conforman se hayan presentado con anterioridad, no deja de ser una nueva coalición que concurre por primera vez a las elecciones, y por lo que se cuenta en los mentideros, posiblemente la última.
Hay quienes despotrican sobre los cargos del gobierno sin dar nombres , solo cargos, el asesor, el secretario, el de fomento, como lo hace Saramago en este exquisito libro, (que antes de que llegue el 22 de Mayo deberían leer todos los candidatos a la presidencia y sus equipos) la diferencia entre Saramago y quienes aquí lo hacen, es que él los nombra como ellos quieren ser nombrados al fin de cuentas, son primero sus títulos y luego personas y los que aquí despotrican de esa forma y sin el gusto con el que lo hace el escritor, es solo y exclusivamente porque están deseosos de ocupar esos sitios. Y lo peor es que en los que usan esa pseudoscopia de sarcasmo a lo Saramago, no son mejores, ni iguales que los cargos sobre los rajan, son peores.
No es más ciego el que no ve, sino el que no quiere ver. Pero eso amigo mío tendrá que verlo usted mismo y decidir, ya sea leyendo este libro o participando de lo mítines y actos que inundarán la ciudad a partir del Jueves a las doce de la noche. Eso sí amigo, sea consciente que su voto, que su decisión, contribuirá a que durante cuatro años unas personas, a través de sus cargos, gestionen nuestra Ceuta.
Y mire usted, tenga en cuenta, que para liderar no basta con ocupar un cargo y gestionar unas responsabilidades, también hay que liderar la ilusión, y en este caso la de los ciudadanos y ciudadanas de Ceuta. ¿Quién lidera su ilusión? Yo lo tengo claro, muy claro, no soy caballa, soy ceutí.