Hace nada todavía coleaba en televisión un anuncio de las empresas de nueva Rumasa , en las que pedían inversores para comprar una nueva empresa. Me imagino que muchos que pagarían la bonita cantidad de 2.000 euros por acción, ahora se llevarán las manos a la cabeza, al saber que de nuevo- la pirámide de empresas- se tambalea por deudas debidas a proveedores, a bancos extranjeros y a la seguridad social. A mí este cuento ya me parece deja vu, porque recuerdo al patriarca de la saga vestido de Supermán a la puerta de los juzgados , cuando el entonces ministro socialista Boyer, les expropió la empresa , origen de muchos juicios ,desde entonces, de multitud de ruedas de prensa y de chacotadas, entre otras , la de la agresión -de vergüenza ajena- al ministro, con el famoso” que te pego leche”, que después sirvió de publicidad, para los flanes. No me hacía a mi mucha gracia ese tipo de cosas, pero se decía que el pobre hombre algo tenía que hacer, porque le habían robado- los socialistas- su negocio, y yo me pregunto…¿y ahora quién se lo está robando?, porque por deber, debe a bancos extranjeros, que son los que han iniciado el embargo, a proveedores y lo que es peor, en las cotizaciones, a sus propios trabajadores, como ya antes hiciera en los años 80. Y eso, sí que me parece grave y digno de pegarse un tiro, tengas la fe que tengas, porque no se pude jugar con el trabajo y el futuro de la gente, a tu capricho.
No sé qué dirá la religión de esto, sé que del suicidio piensa que es un pecado, pero no se ciertamente qué piensa de dejar a trabajadores en la calle, cuentas sin pagar y deudas , que debamos asumir, luego, entre todos. Ruiz Mateos, ha aparecido como en la publicidad- donde recababan inversores- rodeado por sus hijos varones y a mí , que saben que defiendo a la mujer, a capa y espada, ya la estrategia me escamaba, porque …¿dónde están esas siete hijas que fueron preparadas y educadas?, ¿es que han desaparecido-de golpe- de la escena?, porque también recuerdo alguna de ellas a las puertas de los juzgados y ministerios , con tartas voladoras, en ristre, cuando la otra Rumasa, ya daba traspiés, de muerte.
No soy vidente para saber si el señor Ruíz Mateos, saldrá de este escollo con una empresa reforzada, como dicen sus hijos-consejeros, me parece que no, pero lo que sí sé es que ya no le hace falta el traje de Supermán , para hacerse el mártir de la maquinaria de alguien –muy, pero que muy –malo, que le persigue y le acosa, para que no levante cabeza, igual que al concursante del primer gran hermano. Aunque , lo mismo, es la banca extranjera , que le reclama el dinero que invirtió en sus empresas, lo mismo son los trabajadores , que no están debidamente asegurados, ni afiliados, a la seguridad social, lo mismo son los posibles expedientes de ERE, que van a dejar en la calle a padres y madres de familia , que se verán sin trabajo y sin papeo, porque “ la gran familia” , de nuevo metió la pata y no fijó bien sus expectativas, ni sus metas, o simplemente porque llevar una empresa y llevarla bien, no es tarea de cualquiera. Lo mismo tenían que irse a China, que , como allí no pagan los mismos salarios que aquí, ni tienen los trabajadores los mismos derechos, pues les salía el negocio muy rentable y lo de la importación -desde allí- les iría de fábula , porque ya tienen los barcos el camino más que aprendido. Y ahora fuera de guasas, que esto sí que es una guasa, para el que ve su inversión en la ruina, para el que ve su trabajo sin futuro, para los negocios que compraron y arruinaron, y para nosotros , españolitos de tres al cuarto, que seguro que pagaremos las consecuencias, que nunca ganamos más que el sudor de nuestra frente , que rebajamos currículo y nos presentamos a oposiciones , para no ganar plaza, que trabajamos más que nadie, para ganar menos que otros y que nos duele la espalda , por no decir, lo que cuelga por debajo de la barriga, para que haya gente que hace de su capa un sayo y después nos quiera vender la Macarena, remasterizada y sin los del Río, llorando lágrimas de cocodrilo, que no se veían cuando las cosas iban bien y la pirámide crecía.