“ Que no correo fácil y pasteleo cocinado con alevosía, permisividad ética y nocturnidad, y sálvese quien pueda ”. Uno analiza su situación laboral en activos privilegiados o mayoría de desempleados y buscadores del primer yacimiento. Recibe titulares, imágenes, ecos de lo que pasa en el Planeta cada vez menos azul, añorado por Gagarin desde su espacio exterior. Critica, se cabrea, despotrica, asume las acciones del Central u oposición en esta España nuestra, viviendo las estrecheces para acabar el mes los más, la subida de hipoteca, los pagos nada suntuarios, las bambas demandadas por Pepito o Mohamed, las luces más ahorrativas de Navidad, la carestía ante un panorama sombrío en fin de año para olvidar.
Ya comienzan si cabe más, las maquinarias electorales a lanzar el discurso, el arreglo, el yo mejor. Espera uno, iluso o engañado el inicio de año confiando en que pueda haber mejoras.
En nuestra realidad local, las opciones políticas nos presentan las lindezas realizadas u obstáculos por salvar, lo mejor y peor del contrincante, real o interesadamente anunciado, mantener el poder o aspirar a él, oferta y demanda, mercadeo y pastel para cuatro o que se acabe el funesto papel de nobles enaltecidos.
Mayo está a la vista y las siglas partidistas preparan el asalto legítimo al Consistorio aspirante a autonomía plena. La Administración más cercana a la ciudadanía hace balance de méritos al alza tapando débitos, elabora programas de actuación para la próxima legislatura sin tanta estrechez y amarguras para tantos, desde los laboratorios en las alturas por iluminados desconectados de la realidad de calle o, mostrándose valientes, arriesgados ante su elaboración participada, llamando a las aportaciones de base. Y es de congratularse y así lo reconozco, leer que el PSOE local, deseo todos, apueste por esta vía en contactos, presencial y cercano, con las nuevas tecnologías.
Se nos da opción de opinar, aportar, proponer, criticar en un proceso donde puedes ejercer tu protagonismo, siendo más que un número y voto, en un momento puntual. Creo que vale la pena, no siendo nada novedoso, pues todo está casi inventado o sin casi, y más vale el tan conocido “más vale tarde que nunca”.
No es la primera vez que expreso que Melilla tiene unas condiciones ideales para avanzar en experiencias, realidades de avance en democracia a profundizar, por territorio, habitantes, riqueza intercultural, siendo preceptivo, creerlo y apostar por ello. Participar es decidir, no es solo informar, no es restarle legitimidad a quien la tiene, es llamar a la implicación y tener claro que el presente y futuro se construye desde las aportaciones de cuantos más, mejor.
Hay quien ve en estas últimas palabras posicionamientos ideológicos de izquierda radical, cuando lo son de demócratas inconformistas con el “ya nos va bien y hecho a nuestro interés”.
La infraestructura, el cemento, lo macro pueden ser necesarios, pero ante todo cabe no renunciar a las personas más allá de convenciones y para subsanar dificultades. ¿Y los valores y comportamientos? ¿Y convertir las palabras y promesas en hechos para la mayoría al margen de colores? A ello me apunto enriqueciendo o denunciando el “único pensamiento” y el ejercicio de las mayorías prepotentes, circunstanciales omnipresentes, pendientes de autocrítica y necesaria regeneración. ¿Son incompatibles por reñidos, hacer política y mostrarse humildes?
Melilla necesita recobrar el valor y la cultura del “pacto”, la tolerancia y el respeto. Eso es lo que pido a los Reyes Magos, que sean magos de verdad, para nuestra clase política por extensión, y ¡caramelos!, si pueden ser, de “Suchard”.