Escondemos tantas cosas, que muchas se nos pierden en el olvido de la consciencia. Escondemos quienes somos, lo que queremos, lo que sentimos o lo que padecemos y nos hacemos uno con nuestros secretos y nuestras falsedades. No se me borra de la cabeza la encuesta que recibí de Canarias, hecha en institutos de secundaria y bachilleratos, con cifras y números , ya saben lo poco que me gustan, sobre la homosexualidad en las aulas
-¿Hay algún gay o alguna lesbiana en tu clase?-le pregunté a cada uno de mis hijos, creo que sabiendo más o menos la respuesta de antemano. Y uno me dijo que no lo sabía, pero que él no los veía y el otro que no le importaba con quién salía o se acostaba , cada quien.
Si me siguen , ya sabrán que hay cosas y personas a los que no se les visualiza, igual que no se ve , porque nos tapamos, no los ojos , sino la conciencia, perdónenme la comparación que es blasfema, la pobreza o la merma, o los escarnios de la vejez o todo aquello que nos aleja de lo chachi, de lo pirulí o lo más popu, que es como ahora llaman en secundaria, a los más in del momento.
Carlos A Biendicho, ha muerto de cáncer y sida, pero en realidad , de lo que ha muerto es de maricón, con todas las letras , que, como mi amigo Alberto Bermúdez, peluquero de mucha clase y mejor humor de la movidas gaditanas, proclama , hay que decir a las cosas por su nombre y no es el nombre el que mancilla, sino la hijaputez con la que se pronuncia. Son muchos los que mueren de cáncer y sida o de cáncer y dejadez de miras o de sida y prostitución, por pagar cosas que no puedes pagar de otra forma , porque las hipocresías ciegan y las tetas postizas y los labios de silicona y ser mujer, en cuerpo de hombre , a plazos de polvetes, es lo que te regala. La única diferencia entre Carlos A. Biendicho y otros tantos, era su militancia de derechas y del PP, como para dejarnos claro, que, por mucho que diga Rajoy que el matrimonio de todos los sexos, me niego a llamarle el matrimonio gay, se prohibirá si ganan las elecciones, sus propios votantes dicen que no , que la realidad está ahí y hay que sacarla de los armarios.
Biendicho era militar-capitán de ingenieros para más señas- lo que me imagino que da más cancha al tema y nunca dejó de ser , ni militante del PP, ni activista por las libertades de los homosexuales, ni tampoco votante del partido popular, al que llenaba de sugerencias , protestas y criticas interiores y nada veladas. Y es bueno , que en todos los partidos , haya quijotes de arma en ristre y ojos avizor, gente de buenas maneras que lucha , no ya por sus derechos, sino por los de todos, porque todos formamos uno solo , en esta planeta. Sé que hay quien nos quiere cazar y cortarnos la cabeza, quien nos llama locos o poco cuerdos , por las palabras que gastamos, pero paséense por los tuentines –amigos míos- y vean a sus hijos y lo mismo se llevan una sorpresa, porque no será la única , la bonita Sandra , con su mujer de 16 , las dos enmarañadas y besadas, por el anonimato que dan los amigos que les da igual lo que seas o con quien te acuestes. La realidad está ahí , como decían las encuestas, nuestros niños son libres de hablar, besarse o amar a quien les dé la gana, hombres, mujeres o viceversa, no les partamos el alma por ello, no dejemos que cojan sida o enfermedades, por nuestra intransigencia, que no hace falta ser puta , para usar un condón y proteger tu vida, que lo mismo los 16 y la poca experiencia , son los únicos requisitos necesarios , para llevarlos en el bolso y curarte el sida que llevó a la tumba a Biendicho , que relató-con dos pares- hasta el último de sus padecimientos, no para hacer carnaza, ni ser protagonista, sino como una cara más de la intransigencia de algunos, contra sida y homosexualidad, que, por desgracia, aún van muy unidas. Lo mismo aún es tiempo de salvar el futuro, de liberar padecimientos, de dejar de mirar por encima del hombro y por debajo del ombligo y empezar a soltar sostenes, poner látex en nuestra vida y mirar de frente, sacudiendo la polilla de los armarios y llenándolos de lavanda .