Estos días he leído la polémica que se está creando en torno a la protectora y, como voluntaria que he sido durante varios años, no he podido resistirme a dar mi opinión. Cuando llegué a la protectora había mas de 250 perros y muy pocos voluntarios. Unos pocos valientes que desinteresadamente se ofrecían para regalar tiempo, dinero y pasar muy malos ratos. Al ser tantos perros había mucho que limpiar, muchas peleas, muchos perros que atender en veterinarios, y saber sobrellevar la muerte de muchos que no habían conocido otra vida que la de la pequeña jaula en la que nacieron, crecieron y, por no tener oportunidad de ser adoptados, murieron allí.
Al ser tan complicada la situación, lo normal es que los voluntarios que llegaban el primer día, no quisieran repetir esa mala experiencia.
Todo parecía que iba a ir de mal en peor, porque a menos voluntarios, peor estaban los perros. Y cuanto peor estaban los perros, pues más difícil era que hubiera nuevos voluntarios.
Bueno, pues si es verdad que existen los milagros, en la protectora sucedió uno. Una voluntaria contactó con un hombre francés para darle en adopción un perro. Este hombre se interesó por la situación en la protectora, dando la casualidad que tenía muy buenos contactos con importantes protectoras francesas.
Entonces el hombre francés empezó a organizar viajes a varias protectoras de Francia para sacar a los perros, por mediación de la voluntaria en cuestión y su novio. Gracias a esta cooperación comenzaron a realizar continuos viajes desde Ceuta a varias protectoras, pudiendo llevar perros de distintas edades. Desde cachorritos juguetones a perros viejos que estaban condenados a pasar el resto de sus días en una jaula, ya que en Ceuta nos los adoptaban. Allí en Francia no tardaban en tener una familia. Los resultados fueron inminentes. En cuanto bajó el número de perros, empezaron a venir voluntarios y… ¡milagro!, se quedaban porque les gustaba la situación. Se salvaban prácticamente a todos los perros de la perrera municipal y se decepcionaban todos los perros que abandonaba la gente. Y por si fuera poco se unió una asociación holandesa para colaborar. El novio de la voluntaria estaba en contacto directo con franceses y holandeses, y después de casi tres años realizando viajes al extranjero, dejó en la protectora solamente 42 perros en enero de este año.
Pero parece que las cosas nunca pueden ir bien durante mucho tiempo. Empezaron a haber muchas discusiones en la protectora. Tales que, después de algunos voluntarios tuvieron que dejar de serlo para no acabar todo el día allí discutiendo.
Y el remate ya fue que a la pareja que sacaban los perros al extranjero cambiaron la cerradura de la puerta y no les dieron llaves. Y ha llegado hasta mis oídos, que cuando alguien les pedía explicaciones, estos atacaban fuertemente a ambos con acusaciones falsas, sin aportar ninguna prueba.
Inmediatamente las asociaciones Francesas y Holandesas hicieron saber que tenían mucha confianza en estos dos voluntarios, y que no volverían a trabajar con la protectora de Ceuta hasta que no se arreglase esto, y ambos fueron readmitidos.
Pues desde principios de Febrero que pasó esto, el presidente de la protectora no ha readmitido a estos. Y lo peor es que ya tenían varios perros viejecitos hablados para un próximo viaje, y ahora están esperando y envejeciendo, sin saber si en los escasos años de vida que les queda podrán conocer lo que es vivir en una casa.
La pregunta es, ¿sin estas salidas al extranjero, que pasará? ¿Volverán a haber mas perros en la protectora hasta volver a la situación del principio? O ¿no cogerán perros de la perrera municipal o que la gente quiera abandonar para mantener el número?