Ayer me dieron a leer la carta que una chica de corta edad, Rocío Cañada, envió a su abuela materna con motivo de celebrar su fiesta onomástica, Santa Ana. Misiva, cariñosa, emotiva y de agradecimiento, que merece la pena su reproducción en las páginas de este Diario para que, muchísimos nietos de la época en que vivimos tengan presente lo que significa tener abuelos. Dice así:
Para un persona muy especial:
‘Dicen que una madre es la persona que más quiere a sus hijos, pero yo creo que se equivocan. Porque una abuela, no sólo quiere y cría a sus hijos, si no que también quiere y cría a sus nietos de la misma forma y con el mismo cariño que años atrás hizo con sus hijos.
Cuando yo nací, abuela Ana, sé que siempre estuviste conmigo; después nació Paula y te quedabas con las dos, pero es que poco a poco nació Coral y ya cuidabas de tres. Llegaron después los niños y de tres pesamos a seis y, aún así, tú, abuela Ana, siempre has estado con nosotros; mañanas, tardes y noches, a veces hasta días enteros.
Hace poco te nació otra nieta, Natalia, y todos somos conscientes de la ‘guerra’ que te podemos dar muchas veces, y tú sigues criándonos y cuidándonos a los siete, lo que ha durado poco porque, con el nacimiento de Daniela, ya tienes ochos, aunque Daniela, tu nieta más pequeña, la tienes lejos, pero sé que la quieres tanto como a los demás y sientes no tenerla cerca, lo que te da mucha pena porque también quisieras tenerla junto a ti.
Que sepas que tus ocho nietos estamos muy orgullosos de tenerte como la mejor abuela del mundo. No sólo por lo mucho que nos quieres y nos cuidas sino, también, por comprarnos todos los días dulces, rufitos, y chucherías y también por enseñarnos a querernos y ser buenos con nuestros padres, familiares y amiguitos.
Gracias por todo querida abuela; por ayudarnos a crecer junto a ti, por quedarte con nosotros todos los días cuando nuestros padres no pueden por su trabajo; por ese esfuerzo tan grande que haces todos los días para hacer tanta comida y, por lo más importante: querernos tanto. Si volviera a nacer me gustaría tenerte de nuevo como abuela y estoy segura que los demás nietos pensarán lo mismo. Te queremos mucho abuela Ana.
Rocío Cañada
¡Bonita carta a una abuela, ¿verdad…?