Un hombre, acusado de un delito contra la seguridad vial, aceptó ayer una pena de cuatro meses de multa a razón de diez euros diarios, esto es, 1.200 euros, tras haber sido sorprendido conduciendo ebrio en la barriada del Príncipe el 25 de marzo de 2009. En su periplo colisionó contra un vehículo que estaba estacionado en la vía pública, pero dado que la aseguradora corrió con los gastos de la reparación, no se solicitó por parte del Ministerio Fiscal una indemnización por los daños ocasionados al automóvil.
El juez de lo Penal 2 dictó sentencia firme y el procesado, de iniciales O.A. deberá abonar la multa en 24 plazos de 50 euros cada uno. Además, se le condenó a no poder conducir durante un periodo de ocho meses y dos días.
Por otra parte, un ciudadano marroquí se enfrenta a dos años de cárcel y una multa de diez meses a razón de quince euros diarios por un delito de falsificación documental. El caso quedó visto para sentencia con la única declaración del policía nacional que en la Estación Marítima interceptó al acusado con un documento falso.
En el control de embarque de pasajeros, el procesado entregó al agente un NIE que “a simple vista se veía que era muy malo”. El policía explicó que estaba hecho de cartón y plastificado, una copia muy burda de un NIE. Además, al consultar la filiación del hombre en la base de datos policial, explicó el agente, vieron que sobre esta persona pesaba una orden de prohibición de entrada a territorio nacional. En el momento de la detención, el procesado reconoció que la documentación que había entregado era falsa, pero ayer no acudió al juicio. El caso quedó visto para sentencia.