Los materiales de la obra ocupan plazas de aparcamiento, incluso las reservadas a discapacitados.
Varios ciudadanos han hecho llegar a esta redacción su queja por las molestias que están causando las obras que se están llevando a cabo frente a la entrada del Parque Marítimo. Los materiales de las obras ocupan parte de la calzada privando a los usuarios de plazas de aparcamiento, incluso las reservadas a personas con discapacidad. Ello implica que los usuarios del Parque únicamente pueden acceder a pie al recinto y si lo hacen desde la avenida de la Marina deben compartir calzada con los coches que circulan por la vía.
La situación de las vallas y los materiales de obra supone cierto riesgo que podría ser evitable si se hubiera habilitado un paso para peatones en esa parte de la calzada. Pero no es así. Los viandantes se ven obligados a cruzar de acera si quieren continuar su paseo y aún así, si quieren utilizar el paso de peatones pertinente tienen que sortear las vallas para poder hacerlo.
En el Parque Marítimo tienen constancia de la queja de una de las usuarias que hace un par de días protestó de las obras que parece que no terminan. Desde hace meses los operarios trabajan por las mañanas para reparar el muro y renovar la acera para los peatones justamente en el tramo de la calle que está frente a la entrada del recinto. Pero por la tarde, como ayer, no hay nadie trabajando en esta obra, de la que sería responsable Obimace, según reza en los rótulos de las vallas que delimitan la zona de trabajo.
Meses para renovar una acera que actualmente está completamente levantada. Los materiales de la obra, como los cajones de cemento permanecen vacíos junto a la calzada ocupando justamente las plazas de aparcamiento que reclaman los usuarios. Especialmente una de ellas, la reservada a personas con discapacidad. Una de las usuarias del Parque comparte la opinión de que esta situación supone una barrera más para estas personas que ya de por sí tienen limitada su movilidad.
Durante la realización de este reportaje un padre de familia también compartía la impresión de las quejas recibidas respecto de las obras que no solamente eliminan plazas de aparcamiento sino que carecen de medidas de seguridad. Este hombre explica a El Faro que sería factible colocar un doble vallado que habilite un paso para los peatones sin que éstos tengan que arriesgarse al compartir espacio con los coches, que pasan a cierta velocidad. Otro joven ceutí recuerda que existen no obstante más plazas de aparcamiento a lo largo del paseo y opina que este espacio debería dedicarse exclusivamente a la acera para facilitar el paseo a los peatones.