España ha reconocido la minoría de edad de un marroquí al que expulsó en enero de 2014 por la frontera del Tarajal pese a que él tenía entonces 16 años, contaba con una partida de nacimiento que lo acreditaba, estaba en un centro de menores de Bilbao y tanto Fundación Raíces como el Defensor del Pueblo habían alertado sobre su caso.
El menor, que volvió a entrar en España en los bajos de un camión, se encuentra ahora en acogida y con un permiso de residencia. Un juez ha condenado en costas a la Administración durante este procedimiento.
El joven recibió por fin protección en Cataluña el 8 de septiembre de 2015, cuando la Dirección General de Atención a la Infancia declaró que estaba en desamparo. "Durante casi un año y ocho meses la Administración dejó en la calle a un niño cuando su obligación era protegerle y todo por un empeño de la Fiscalía", denuncia la Fundación Raíces, que ultima una demanda contra la Administración para pedir responsabilidad patrimonial en este caso.