Las fuertes lluvias caídas el pasado lunes volvieron a dejar en evidencia la situación en que se encuentra la central de la Policía Portuaria.
El agua se filtra por todos los huecos posibles, asomando unas filtraciones que son de sobra conocidas por la Autoridad Portuaria ya que esta situación ha sido trasladada al Comité de Seguridad y Salud del Puerto. Y no es que lo haya sido hace poco. Ni mucho menos. Se lleva más de diez años dejando constancia de las consecuencias de una mala actuación, ya que esta central que sirve de sede policial para los agentes portuarios se construyó de forma anómala desde el principio.
A pesar de las denuncias no se han adoptado soluciones, lo que provoca que en cuanto llueve el agua se filtre en la central hasta el punto de caer auténticas cataratas, lo que incurre en una evidente problemática en materia de seguridad laboral para los policías. Unos agentes que no trabajan en las mejores condiciones, tal y como se expuso claramente en un reportaje emitido por FARO TV en el que se demandó no solo medidas de seguridad como los chalecos antibalas sino, también, más vehículos ya que la carestía de la flota les obliga a usar sus coches particulares. Asimismo se denunciaba la presencia de contenedores apilados y vacíos en la explanada que sirve a los policías para salida con sus vehículos. Pues bien, precisamente esta misma semana se producía un accidente al caerse tres contenedores que terminaron volcados. Estaban apilados en el muelle y se desplomaron pudiendo haber afectado a alguno de los vehículos que estaba en ese momento de patrulla.
Los problemas de las filtraciones que afectan directamente a la Policía Portuaria también se extienden a otras zonas como las galerías de la estación marítima, en donde ya se han producido caídas de ciudadanos que han terminado presentando reclamaciones al respecto.