La Guardia Civil detiene a uno de los subsaharianos como presunto patrón. La elevada presencia de pescadores, un freno a la vigilancia.
A bordo de una patera de pesca, matriculada en Marruecos y con motor. Así llegaron en la mañana de ayer 20 inmigrantes subsaharianos a la playa de Juan XXIII. Una zona ya ‘marcada’ para los desembarcos debido a que resulta fácil el acercamiento de este tipo de embarcaciones por la gran cantidad de pescadores que hay en la zona. Cruzar desde Marruecos a este punto se logra en poco más de tres minutos, así que la capacidad de reacción resulta complicada.
La expedición estaba formada por 19 hombres y una mujer, todos de origen subsahariano. Entre ellos viajaba el presunto patrón de la patera, otro compatriota que ha sido detenido por la Guardia Civil acusado de pilotar y dirigir el rumbo de la expedición y que en las próximas horas será puesto a disposición judicial para responder por estos hechos. Todos los subsaharianos dijeron proceder de Guinea Conakry salvo un joven oriundo de Costa de Marfil.
Agentes de la Policía Judicial reconocieron in situ la patera para su posterior fichaje e inclusión en el grueso de investigaciones que mantienen abiertas. Curiosamente las últimas entradas de inmigrantes se han producido en pateras matriculadas en Marruecos, ya que tras las recientes operaciones desarrolladas en Ceuta ha quedado notablemente mermada esta vía.
Componentes del ERIE de Cruz Roja acudieron a la playa para prestar asistencia sanitaria a los inmigrantes, aunque ninguno tuvo que ser trasladado al Hospital ya que todos se encontraban en buen estado de salud. De hecho el tiempo que duró la travesía fue tan escaso que no hizo mella en sus cuerpos.
La de ayer no fue la única actuación en el mar, ya que Marruecos también intervino una patera que había partido de sus costas haciéndose cargo de todos los ocupantes y la Salvamar interceptó en el Estrecho a una decena de subsaharianos, trasladándolos hasta el puerto de Tarifa.
Sobre el arenal de Juan XXIII se practicaron dos detenciones más. La de una pareja de marroquíes que se encontraba sentada en unas rocas de la playa y que, al estar indocumentada, fue detenida por la Policía Nacional y trasladada a la Jefatura Superior.
En la última semana, Cruz Roja ha atendido a 31 inmigrantes que consiguieron llegar a la ciudad por distintas vías. A pesar de que la vía marítima termina siendo la más mediática, la amplia mayoría de estas entradas se ha producido por frontera, presumiblemente tras acceder a Ceuta ocultos en dobles fondos de vehículos. Se da la circunstancia de que en varios de los servicios, los subsaharianos llegaron por sus propios medios a la comisaría de San Juan de Dios o a la de Colón, así que los agentes solo pueden presumir que han entrado en las ‘pateras a cuatro ruedas’ aunque nadie puede dar por cierta dicha vía. De hecho los propios inmigrantes acostumbran a no señalar la forma de acceso utilizada. La permeabilidad fronteriza en nada ayuda a que pueda hacerse un control efectivo sobre los vehículos que acceden a la ciudad, a pesar de que sí hay agentes que, de manera específica, tienen encomendado este control.