Hay un número mayor de niños que ni siquiera han pasado por el centro ‘La Esperanza’.
La presencia de menores marroquíes en el puerto se ha incrementado de forma notable en las últimas semanas. Se trata de niños, algunos de muy corta edad, que ni siquiera han llegado a pasar por el centro ‘La Esperanza’ y que habitan la zona portuaria. Su objetivo no es otro que el de intentar colarse en alguno de los barcos, teniendo como especial preferencia el Passió, que lidera las tasas de presión respecto a los demás ferry.
Patrullas de la Policía del Puerto y del Cuerpo Nacional de Policía no cesan en su labor de detección de estas personas, que buscan colarse en los barcos a cualquier hora y de cualquiera manera, poniendo en especial riesgo sus vidas. Los sistemas fronterizos de control no funcionan. Los resultados a pie de calle lo demuestran con la presencia de estos menores en el recinto portuario y con el elevado número ya residente en el centro de Hadú con el que trabaja el Área de Menores de forma constante. Las consecuencias de esta presión, cuya novedad radica ahora en el elevado número de niños que la protagonizan, la sufren los transportistas, en constante tensión ya que tienen que avisar a las fuerzas de seguridad si detectan a estos niños en sus vehículos y se enfrentan a sufrir accidentes que los tengan como víctimas.
De forma aislada se han llevado a cabo operativos para localizar a los menores y trasladarlos al centro, pero sus resultados, por temporales y aleatorios, no terminan de ser efectivos.