Mucho se está hablando de la Hípica. Mucho y nada bueno. Que si el gasto en alimentar los caballos propiedad de Javier Pérez (“más que en comedores escolares”, como denunció Caballas), que si la adjudicación del contrato de mantenimiento al mismo dueño que abandona 114 caballos porque, dice, no puede alimentarlos... Y así una tras otra hasta que Caballas ha anunciado que interpelará sobre este asunto en el próximo Pleno.
Antes de esto, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha terciado sobre el asunto y lo ha hecho para justificar algo complicado de asimilar: que el cuidado y alimento de los caballos de Pérez le haya sido adjudicado a él mismo. Vivas aclaró que ésta ha sido la única postura que legalmente se ha podido tener, después de que su oferta (se presentaron tres empresas) haya sido la más económica.
“El Gobierno está dando la mayor transparencia a la gestión de la hípica dentro de las circunstancias. El suministro de cama y alimentación se lo ha llevado una empresa, la de JP”, que es la que dio “con la mejor oferta. Si lo hubiéramos dado a otra, se hubiera dicho que no se adjudicaba a la mejor. No había medida objetiva o legal de exclusión que impidiera esta adjudicación, porque si la hubiera habido se hubiera manifestado con el correspondiente informe técnico y no se le hubiera dado”, apuntilló a los periodistas. “No había mejor salida que dárselo a la mejor oferta”, aclaró.