La Consejería de Medio Ambiente no ha abierto expediente sancionador alguno por el vertido causado por Cepsa al mar. De momento, lo único que se ha tramitado es un expediente informativo que aún no ha finalizado, meses después de que se produjeran daños importantes en los fondos marinos que todavía ni siquiera han podido ser controlados.
De hecho la propia asociación en defensa del patrimonio histórico y natural de Ceuta, Septem Nostra, ha denunciado que siguen produciéndose vertidos, haciéndose visibles en playas como San Amaro o La Bolera.
Tal y como han confirmado fuentes del área a El Faro, se sigue trabajando en el expediente informativo que contiene todos los daños causados, lo que hasta el momento ha hecho Cepsa y los gastos derivados de las tareas que desde el momento de producirse los vertidos (a finales de 2014) se han ejecutado con cargo a las arcas municipales.
Además Medio Ambiente ha aprobado el plan de trabajo presentado por Cepsa para enmendar los daños causados, que se centran básicamente en la recuperación de la zona en el Muelle de Poniente para cortar la salida del fuel tras la rotura de las tuberías.
Esta acción se completa con el plan de contigencia para la contaminación que desde el primer momento puso en marcha la Ciudad Autónoma para frenar la presencia de fuel en el mar y absorberlo en su amplia mayoría, así como para eliminar la presencia de chapapote en las playas. El coste de estas labores que esta asumiendo la Ciudad tiene que ser abonado por Cepsa, como causante del vertido, aunque oficialmente no se ha valorado aún a cuánto dinero asciende ese compendio de facturas.
Así las cosas, mientras siguen produciéndose vertidos al mar, se está combinando el grupo de medidas correctoras por parte de la Ciudad con el plan de trabajo presentado por Cepsa. Unas labores que, no obstante, no han conseguido paralizar las filtraciones, únicamente denunciadas por la asociación Septem Nostra en los juzgados, ante la existencia de un presunto delito medioambiental.
La Ciudad tiene todavía que responder a la interpelación de Caballas sobre su actuación en esta crisis medioambiental, sin que, casi un año después de los hechos, haya existido siquiera una propuesta de sanción.
Septem Nostra, pendiente del juzgado
La asociación ecologista presentó en enero de este año una denuncia en Fiscalía para que se investigara la responsabilidad habida tras el vertido. El órgano judicial dio traslado de la misma al juzgado para que se comenzara la investigación sobre lo ocurrido. A fecha de hoy no ha existido novedad alguna, a expensas de que el Seprona de la Guardia Civil presentara su informe respectivo en torno a los daños medioambientales causados. Algo que sí hicieron los ecologistas, presentando un informe en el juzgado con fotografías del chapapote encontrado y las distintas especies que se vieron afectadas por el mismo.