El Parque Marítimo del Mediterráneo ha cumplido este 2015 su vigésimo aniversario. Y lo ha hecho en un verano en el que la afluencia se ha disparado y está marcando cifras récords. Influyen varios factores.
Es evidente que uno de ellos, decisivo para muchas familias, es la plaga de medusas que sigue llenando las playas de la bahía sur, pese a las redes de contención. Esta masiva presencia de estos organismos en las playas ha propiciado que muchos de sus usuarios terminen pasando por taquilla para evitar una molesta picadura.
Pero también han influido las altas temperaturas y el incremento notable de visitas del otro lado de la frontera. No en vano, el florenciente turismo marroquí supone ya el 35% de los usuarios de la ‘joya de la corona’ del turismo ceutí. Es un visitante que está dejando mucho dinero en la ciudad y que el Parque le ofrece un complemento imprescindible en época veraniega al turismo de compra y rebajas.
Las buenas cifras de ocupación, unido al hecho de que se hayan mantenido los precios del año anterior, hacen del Parque nuestro principal activo desde el punto de vista turístico. Un valor en alza que debe ser también explotado, hasta donde se pueda, también en temporada baja. Al Parque hay que llenarlo de actividad también el resto del año. Es difícil, y la economía, aunque remonta, no está para dispendios, pero se debe intentar llenar para rentabilizar las actividades al máximo y ofrecer al visitante no solo la posibilidad del baño sino de una oferta de ocio mucho más completa.