Considerado por Naciones Unidas el tercer delito más “rentable” del mundo, solo por detrás del tráfico de drogas y el tráfico de armas, la trata ilegal de personas se ha convertido en uno de los principales focos de actuación del Centro Nacional de Policía.
Así lo ha destacado Ignacio Cosidó, director general del cuerpo, durante su intervención en el curso La trata de seres humanos: prevención, protección y persecución, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Tal y como ha destacado el máximo responsable de la Policía Nacional, “la inmigración irregular es una amenaza para toda la Unión Europea” y no solo para los países con frontera exterior. “Los sucesos en Calais demuestran que la única respuesta eficaz tiene que ser europea”, ha incidido Cosidó, destacando que “España puede servir como modelo de éxito en la gestión de flujos inmigratorios”, gracias a una política inmigratoria que es “plenamente garantista con los derechos humanos”.
Acompañado por Emilio Baos, comisario principal de Extranjería y Frontera, Cosidó destacó la complejidad de un delito que, más allá de la dimensión policial, requiere la colaboración de psicólogos, ONG y judicatura para poner coto al tráfico ilegal de seres humanos. “En los últimos cuatro años, hemos puesto el énfasis en vigilar a las organizaciones dedicadas a la explotación de personas”, ha asegurado el director general de la Policía, quien también destacó la importancia de “tratar a los inmigrantes ilegales como víctimas, y no como posibles o potenciales delincuentes”.
Según Cosidó, los datos recogidos desde que entrara en vigor en el año 2013 el nuevo Plan Estratégico de la Policía Nacional, que se alargará hasta el año 2016, demuestran el éxito de la policía en la lucha contra la trata de personas. Hasta junio de 2015, se han llevado a cabo más de 500 operaciones que han terminado con unas 2000 personas detenidas y mil mujeres puestas en libertad. Una gran mayoría de ellas, sometidas a coacción a través de ritos como el vudú o el secuestro de sus hijos. “El grado de implicación de los agentes va más allá de la motivación profesional, pero la colaboración ciudadana es indispensable”, ha incidido, ya que más de 400 investigaciones se iniciaron a través de denuncias de los ciudadanos.
Además, el máximo responsable del Cuerpo Nacional de Policía ha destacado la importancia de los delitos conexos al tráfico ilegal de personas, una amenaza para la UE.