Comienza a aclararse el tema de los badenes que fueron retirados en la calle Capitán Claudio Vázquez y que a día de hoy siguen sin estar instalados.
La instalación de bandas reductoras de velocidad es competencia de Obimace en un principio. La empresa municipal instaló hace meses los elementos de seguridad, no sólo en la barriada de Los Rosales y sus aledaños, si no por toda la ciudad. El problema llega cuando el 28 de abril comienzan las labores de rehabilitación del pavimento y la empresa constructora adjudicataria de las obras procede a realizar el reasfaltado de las calles. Para llevar a cabo su trabajo, los trabajadores de la constructora se ven obligados a quitar los badenes instalados previamente por Obimace. Parece ser que la retirada de los útiles de seguridad fue realizada de manera indebida ya que en el proceso los elementos reductores de rompieron. Ésto puede ser debido a motivos deliberados para ahorrar tiempo o por negligencia, al proceder de manera destructiva y no solicitar la colaboración de profesionales con los conocimientos necesarios para conservar durante el proceso las bandas reductoras. Hay que tener en cuenta que cada uno de los elementos de seguridad tienen un precio de 2.000 euros aproximadamente, en el caso de que el badén cruce la totalidad de la vía de acera a acera.
Ahora, la obligación de reponer los badenes parece recaer sobre la empresa constructora que los quitó para reasfaltar y rompió durante el proceso. La situación sería diferente de haber procedido de un modo más conservador y haber mantenido los elementos instalados en su día por Obimace, ya que tan sólo habría que sacarlos de dónde estuvieran almacenados y volver a instalarlos. Sin embargo, al romperse durante su desinstalación, alguien debe hacer frente a la reposición de los mismos y acarrear con los costes de la operación, obligación que parece recaer sobre la constructora, que fue quien los rompió, en un principio innecesariamente.
Hay que recordar que el plan de rehabilitación del pavimento, que se extendió por toda la ciudad y fue realizado por iniciativa de la Consejería de Fomento, supuso un contrato con la constructora de 987.453,23 euros. Además, también se incluye un plazo para llevar a cabo el cometido de reasfaltado de tres meses, plazo que termina este mes de julio ya que la primera obra del plan se realizó el 28 de abril en Romero de Córdoba.