El pasado domingo los trabajadores de la almadraba de Fray Martín se encontraron con una desagradable sorpresa. En las redes habían quedado atrapados dos ejemplares de delfines mulares, una hembra y un macho, que eran incapaces de escapar por sí mismos.
La situación fue puesta en conocimiento de la Guardia Civil que acudió al lugar y comprobó que, efectivamente, los animales se encontraban atrapados pero sin lesiones. Debido a que la marea en aquel momento no era la idónea pero, sobre todo, a causa del gran tamaño de los animales (el macho medía cuatro metros aproximadamente) se tomó la decisión de esperar al día siguiente. La empresa hubiera resultado peligrosa y en menos de veinticuatro horas se podría contar con toda la cuadrilla.
Como estaba previsto, fue al día siguiente, lunes, cuando a partir de las 9:30 de la mañana los trabajadores de la almadraba y miembros del CECAM comenzaron la operación de rescate. Sin embargo no fue hasta las 16:30 cuando cambió la marea y tuvieron la oportunidad de comenzar la maniobra.
Buceadores y barqueros colocaron una red con la cual fueron dirigiendo con tacto a los mamíferos de eterna sonrisa hasta que éstos estuvieran en la zona idónea. Poco a poco fueron levantando la red y cuando ya tenía poca agua los buceadores comenzaron a arrojarse a la misma. Comenzaba entonces la segunda parte de la operación, el momento en que se realiza el primer contacto y en el que se deben extremar las precauciones para evitar accidentes. La tensión no recaía sólo sobre los humanos, este tipo de animales pueden llegar a morir por infarto de corazón debido al agobio y el estrés si se ven en una situación de mucha tensión. El primer delfín en ser ayudado fue la hembra. No hubo mayores dificultades con ella y tras ser liberada se quedó esperando a su compañero. Fue éste quien creó más dificultades debido a su enorme tamaño y su estado de inquietud. Juan Carlos Rivas, de la Federación de Actividades Subacuáticas, comenta que “no hubo lesiones ni mayores complicaciones, eso sí, ¡de los coletazos no nos libró nadie!”. En todo momento el equipo de rescatadores estuvo supervisado por el veterinario Álvaro García de los Ríos para indicar cómo debían ser recogidos y tratados los animales.
Suelta de tortugas
Los dos delfines no son los únicos grandes animales rescatados recientemente en la ciudad de Ceuta. Hace una semana aproximadamente también cayeron en la almadraba dos tortugas bobas y se rescató una tortuga galápago leprosa en el foso.
Ésta última será liberada hoy por García de los Ríos tras ser tratada durante unos días. “La galápago estaba sentenciada a morir, se trata de una tortuga de río, de agua dulce, el el foso o en el mar no hubiese tenido posibilidad”. La leprosa es de un tamaño muy inferior al de las bobas y se trata de una espécie endémica de nuestra ciudad. De los Ríos señala, además, que es imposible que por ella misma pudiera acceder al foso dado que su hábitat es el agua dulce y no hay río o aroyo que comunique con el foso. “Eso ha sido alguien que la ha cogido y la ha tirado al foso, tal cual”.
Las otras tortugas han requerido de algo más de ayuda por parte de Rivas y del Río. Se encontraban en mal estado al encontrarlas, con heridas varias. Una tenía una brecha en el caparazón debido a un encuentro con una hélice de alguna embarcación. La otra presentaba graves lesiones en las patas frontales, probablemente hubiera estado atrapada en alguna red. En opinión del veterinario las lesiones no son recientes ya que estaban cicatrizando en el momento de encontrarlas. Aparte de haber estado en tratamiento se les ha puesto un microchip para su seguimiento una vez sean puestas en libertad esta semana.
Las bobas serán puestas en libertad este mismo sábado en la playa de Calamocarro y será la primera vez que se realice una suelta de tortugas de esta especie desde tierra. En anteriores ocasiones siempre habían sido puestas en libertad desde embarcaciones en el mar. La FAS anima a mayores y pequeños a acudir al evento y disfrutar una jornada histórica.