La recuperación de Gema es “muy lenta” pero la familia está esperanzada en las terapias del Instituto Guttmann, en Badalona.
“Este accidente nos ha cambiado la vida”, revelaba en declaraciones a El Faro la madre de Gema Pérez Martos, la joven que resultó gravemente herida tras ser atropellada a finales de enero por un vehículo en la avenida de Otero, cerca del Cuartel de la Guardia Civil.
Desde su evacuación a la península debido a la lesión cerebral que presentaba, la cual requirió de una intervención quirúrgica, Gema permaneció hospitalizada en el Puerta del Mar de Cádiz. Así fue hasta hace unas dos semanas, cuando fue trasladada al Instituto Guttmann en Badalona (Barcelona) después de valorar su ingreso en Jerez de la Frontera (Cádiz), tal y como explicó su tía, Yolanda Pérez. Este centro en Cataluña constituye un hospital de referencia para el tratamiento medicoquirúrgico y la rehabilitación integral de las personas con lesión medular, daño cerebral adquirido u otra discapacidad de origen neurológico.
La recuperación de Gema es “muy lenta” y su evolución es irregular ya que “hay veces que reconoce a las personas que están a su alrededor y otras no”, señaló Pérez. Esos “momentos de lucidez” de los que habla esta portavoz familiar hacen que todos sus seres queridos tengan esperanzas en los resultados de las sesiones de rehabilitación, fisioterapia y neurorrehabilitación ya que Guttmann, además, se trata de un hospital de alta especialización.
Mientras que Rosi Martos continúa junto a su hija en Badalona, donde alquiló una habitación, su marido Eduardo Pérez tuvo que regresar a la ciudad autónoma por motivos laborales. La distancia hace que sus parientes no puedan visitarla con la asiduidad deseada, aunque un familiar residente en la provincia catalana suele acudir a menudo así como el presidente de la Casa de Ceuta en Barcelona, Rafael Corral.