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La Hermandad celebró ayer su primera edición, donde los asistentes degustaron su paella y disfrutaron de las actuaciones de varios coros que inundaron el centro de ambiente navideño. La recaudación está destinada a la bolsa de caridad
¿De dónde procede ese sonido ronco y bajo que acompaña a los villancicos? Se trata de la zambomba, el instrumento musical más genuino de la Navidad. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Amargura de Ceuta ha recogido esta manifestación típica de estas fiestas en la I Zambombá, que se celebró ayer en la Plaza Vieja.
“Hemos organizado en Ceuta aquello que los ceutíes salen a Sevilla o Jerez a hacer. Celebramos la Zambombá para que la gente venga, disfrute y lo pase bien”, indicó ayer Auxiliadora Mateos, vocal de Culto de La Amargura.
El origen de la Zambombá se encuentra en las convivencias de los vecinos que compartían viandas y canciones por las fiestas navideñas. En el caso de la organizada por La Amargura, tuvo carácter benéfico. “Todo va destinado a una bolsa de caridad que tenemos en la Hermandad. Existen familias necesitadas y se lo donaremos. Aparte está la convivencia entre nuestra feligresía, capataces, costaleros y demás miembros de La Amargura”, señaló Jesús Rey, el hermano mayor.
Juegos infantiles hinchables, ventas de dulces navideños, el ambigú donde sirvieron paella y otros platos siguiendo recetas caseras, así como una tienda cofrade con productos de La Amargura a precios populares, completaron la propuesta de la primera edición de la Zambombá.
Las actuaciones de los coros navideños de San José, Aires Caballas, Juan Carlos I y un coro callejero dieron ese ambiente flamenco imprescindible en cualquier Zambombá que se precie.
Un evento que inundó de alegría, cánticos y sabor navideño las calles del centro de la ciudad.