Un grupo de jóvenes se encaró con el chófer y el inspector, a quienes escupieron e insultaron antes de romper una luna del coche a pedradas.
La Policía Local reanudó ayer el servicio de escolta del autobús de la línea 8 entre la parada de Erquicia y la barriada del Príncipe después de que se suspendiera con la finalización de las clases el curso académico pasado. Sobre las 14:30, el zeta con la pareja de agentes esperó la llegada del coche, en principio, el más conflictivo que cubre las rutas de la empresa de transporte público Hadú Almadraba en esa franja horaria. Una medida adoptada tras la reunión celebrada este lunes entre Ciudad Autónoma, Hadú Almadraba, la Asociación de Vecinos del Príncipe y la Policía Local.
Los policías locales iban a reanudar el acompañamiento de dos coches de la línea 8 cuando unos menores amagaron con colarse por la puerta trasera del autobús en la parada; luego simularon que iban a subir por la delantera y, finalmente, propinaron golpes leves en los ventanales en los que se agolpaban otros menores, les lanzaron escupitajos desde fuera y les dedicaron insultos. Tras la correspondiente identificación, les advirtieron de las consecuencias de sus actos, cumpliendo con las funciones que tienen asignadas como agentes del Cuerpo Local. Los autobuses prosiguieron su camino para no interrumpir el servicio mientras que los agentes requerían a los jóvenes, en especial a uno de ellos.
Cuando daban las 15:00 horas, un aviso por radio alertó de un incidente en Poblado Regulares que ocasionó un embotellamiento en Claudio Vázquez. El zeta de la Policía Local acudió al lugar, donde encontraron un vehículo con el cristal delantero roto y una disputa en la que participaban varias personas. Al mismo tiempo, llegaban también las unidades de la Policía Nacional.
Sin embargo, el incidente de la jornada quedó registrado en la línea 4 sobre las 14:45, en la rotonda del colegio Reina Sofía, informó José Antonio Blanco, presidente del comité de empresa que presta este servicio público en la ciudad. Como relató este portavoz, un grupo de jóvenes que presumiblemente regresaban del instituto comenzó arremeter contra los asientos y ventanales con la intención de dañarlos.
Cuando el conductor y el inspector que le acompañaba les recriminaron su actitud, “recibieron insultos y escupitajos”, señaló Blanco, quien recordó que no es la primera vez que se producen estas situaciones en la línea 4 pero sí la rotura de uno de los cristales por el apedreamiento desde el exterior. “Tras bajarse del autobús, arrojaron una piedra que destrozó una de las lunas”, lamentó el presidente del comité de empresa, quien no recordó algo similar en este itinerario.
Blanco adelantó que hoy tendrán que acordar alguna “actuación conjunta con la Policía Local” para frenar estos actos vandálicos ya no solo en la línea 8, sino también en la alterada ayer. Este cambio de ruta responde, apuntó este portavoz de los conductores, a que los altercados los protagonizan “grupos organizados que van de un coche a otro con la única intención de provocar daños”.
La consecuencia inmediata de este atentado se hizo notar entre los conductores. “Nadie quiere cubrir esas líneas. Todos se niegan”, advirtió Blanco. José Mª Cuéllar, gerente de la Empresa Hadú Almadraba ya avisó de que la cancelación de la línea 8 puede ser una realidad si los ataques a este servicio público continúan.