El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dejado claro que no habrá dudas sobre los inmigrantes que salten la valla y su posible condición de refugiado una vez comiencen a funcionar las oficinas de asilo en las fronteras.
En declaraciones a los medios, aclaró que quienes entren por la fuerza en salto en bloque carecerán de este derecho porque “podrán ejercerlo” a través de esas oficinas, un mecanismo que, en el caso de Ceuta, aún no ha recibido solicitud alguna. “Quedará muy claro” que quienes intenten acceder saltando las vallas no serán “en principio”, refugiados, al haber descartado la vía menos violenta de acceso.
Fernández Díaz ha expresado además su intención de que la Ley de Extranjería recoja la existencia de estas oficinas, mención que se incorporaría en el trámite parlamentario del proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana. En este sentido, avanzó la intención de que el Grupo Parlamentario Popular proponga incorporar este punto al citado proyecto de Ley durante el plazo de enmiendas, que finaliza hoy. Hasta el momento, la única previsión de modificación de la Ley de Extranjería es la que contiene una disposición adicional al proyecto de Seguridad Ciudadana que fue introducida en el Congreso y que permitirá devolver sobre la marcha a Marruecos a los inmigrantes interceptados saltando en grupo alguna de las vallas bajo la forma jurídica del “rechazo en frontera”.
La previsión de abrir oficinas de asilo en Ceuta y Melilla se anunció poco después de proyectar esta reforma y su inauguración está prevista para el mes de marzo. No obstante, queda en el aire la situación de las personas de origen subsahariano -mayoría entre quienes saltan las vallas-, que por carecer de libertad de circulación en Marruecos no pueden acceder hasta el puesto fronterizo español para solicitar la protección.