Los pasillos del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario albergaron ayer a los pacientes que, ante la falta de camas libres en planta, tuvieron que esperar a que otros usuarios recibieran el alta o que Ingesa dispusiera de plazas, según fuentes sindicales.
En la mañana de ayer, poco más de 160 personas se encontraban hospitalizadas.
Esa saturación alcanzó su momento álgido durante la tarde para, a medida que se acercó la noche, suavizarse, es decir, solucionarse el problema al ir desalojándose camas. Durante el tiempo que los enfermos pasaron en Urgencias, contaron con biombos que les proporcionaron un mínimo de intimidad.
Este colapso repercutió en otros servicios hospitalarios como Rayos X ya que, cuando un paciente llega a esta área sanitaria, se le somete a una analítica y una placa.