La indignación crece entre los residentes en Juan Carlos I, que se sienten atemorizados por desconocidos que cometen actos vandálicos y usan armas mientras que, critican, “la Policía no aparece por aquí”. En la madrugada de ayer, entre las 00:00 y las 2:10, las detonaciones de una pistola junto al portal 48 sobresaltaron al vecindario.
Al cesar los disparos y volver la calma, algún inquilino aguerrido se atrevió a bajar para conocer qué había ocurrido. Pero no fue hasta la mañana de ayer, a plena luz del día, cuando muchos se percataron de que cinco proyectiles habían impactado contra la puerta de un cuartillo de usos múltiples de uno de los vecinos.
Según los testigos, la Policía Científica acudió al lugar de los disparos, donde tomó muestras. Siempre de acuerdo con el testimonio de estas personas, los agentes solo pudieron recuperar “un casquillo” del interior del habitáculo porque atravesó la puerta metálica. Los cuatro restantes, prosiguieron las mismas fuentes, se evaporaron o quienes descerrajaron el arma los recogieron y se los llevaron consigo. Las personas consultadas coincidieron en que el propietario del trastero “no está involucrada en ninguna actividad sospechosa” y apuntó a que los autores “podrían estar ‘divirtiéndose’” porque ya no es raro “encontrarse a chavales con una pistola en la riñonera”.
Esta noche de disparos al blanco, ya fuera la puerta del cuartillo la diana o alguien que logró escapar de la ráfaga, estuvo precedida de otra noche de tiros, en esa ocasión, al aire pero en los alrededores de los bloques. Antes fue la quema de un contenedor al lado del colegio y, así, suma y sigue, declararon. “No entendemos por qué los zetas están parados en el colegio de San Antonio y, cuando escuchan los disparos como nosotros, no vienen a ver qué ocurre”, se quejó un residente sobre la “ausencia” de policías por las noches.
Los vecinos se niegan a abandonar sus hogares pero, subrayaron, “la sensación de inseguridad es cada vez mayor” porque, aclararon, “en esta barriada viven personas humildes y trabajadoras y nos duele ver lo que está pasando”. Pero más dolor les causa, lamentaron, el trato “deleznable” recibido por las autoridades.
“No sé si alguien tiene idea de la perversa repercusión que la serie El Príncipe ha tenido, que ha posicionado a Ceuta en el punto de mira y ahora parece que quieren tener una secuela pero ambientada en La Pantera; es odioso de verdad”, planteó otro vecino.