La Asociación Cetrera avanzó en el adiestramiento de tres rapaces. Curiosos y amantes de los animales asistieron a esta jornada de vuelo y captura de presas.
Una jornada ordinaria de vuelo de rapaces se convirtió este sábado en un acontecimiento excepcional porque tres miembros de la Asociación Cetrera de Ceuta tuvieron oportunidad de reunirse en la explanada junto a Santa Catalina. Hasta allí se desplazaron curiosos y amantes de los animales que contemplaron la belleza y fuerza de los cuatro ejemplares exhibidos.
Nacho Jiménez, presidente del colectivo, explicó que los tres pájaros adiestrados se encuentran en distintas fases de este proceso. Damián Serrano, socio de la entidad, efectuó vuelos al guante con Taina, un águila de harris. El portavoz de la Asociación indicó que este ejemplar forma parte de las tres primeras rapaces que nacen en cautividad, legalmente, en Ceuta.
Franci Valero, vicepresidente de los cetreros locales, ejercitó a Cleo, también un águila de harris que está a punto de finalizar el adiestramiento y pronto podrá ir a la caza real. A su lado, Jiménez entrenó a Bárbara, un azor que también concluyó con éxito un escape de paloma y ya puede dársele el uso completo que corresponde a una rapaz.
Estos tres pájaros son hembras porque, explicó el presidente, “es mejor para la caza debido a su tamaño y, por tanto, su diversidad de presas”. Los cetreros locales capturan presas de pelo (conejos y liebres) y las palomas son empleadas para la musculación porque realizan vuelos más largos. “La finalidad del adiestramiento es que, cuando se abra la veda, podamos ir a cazar presas de pelo” aunque, puntualizó Jiménez, sus cotos y competiciones se encuentran en la península ya que la cetrería está sin regular en Ceuta.
Medio Ambiente, junto a la Sociedad de Cazadores que gestiona la zona de caza local, concedieron a la Asociación de Cetreros una autorización para la suelta de presas vivas.
El presidente de la entidad aclaró que la normativa obliga a mantener al animal en la mejor forma física y ese estado solo se puede conseguir con el lance de caza. No obstante, continuó, ser cazador con estas aves no significa que se arroje sobre todo lo que ve, “sino que de 20 lances a conejos o liebres puede capturar varios o ninguno. Al fin y al cabo se trata de la lucha de un depredador y su presa, animal contra animal, naturaleza contra naturaleza. El que tiene más suerte, el más hábil y el que está en mejor forma se lleva el gato al agua”.