El vicario general de Ceuta, Juan José Mateos Castro, y el director espiritual, Jesús Fernández Alcedo, han convocado al Pleno del Consejo en Cabildo Extraordinario para el próximo 11 de septiembre.
Tal y como informó el Consejo a través de una nota de prensa, los representantes de la Iglesia han informado de que ante la situación generada por la falta de candidaturas a la presidencia y lo dispuesto en el Reglamento Base Diocesano en el artículo 49 de la sección tercera, correspondiente a la presentación de candidaturas, “se dará debida cuenta de las decisiones adoptadas encaminadas a una solución temporal de la situación generada”.
A esta reunión asistirán los hermanos mayores de todas las corporaciones cofrades y los representantes de la Iglesia propondrán una solución provisional hasta que aparezca la candidatura que cumpla los requisitos para presidir el Consejo.
La Iglesia no puede nombrar directamente al presidente, que tiene que contar con el apoyo de la mayoría de los hermanos mayores, por lo que la solución a plantear puede ser el nombramiento de dos o tres hermanos mayores que, a modo de gestora, dirijan el Consejo de Hermandades hasta que aparezca una candidatura que cuente con el beneplácito de los hermanos mayores y cuente con sus votos.
Una vez que haya alguien interesado en presidir el Consejo y cumpla los requisitos exigidos, deberá presentar la documentación necesaria y ser aprobado por el Pleno con los hermanos mayores.
Mientras, Juan Carlos Aznar continúa siendo el presidente en funciones hasta el 11 de septiembre, aunque es posible que siga ayudando a las personas que se queden gestionando el Consejo hasta finalizar el año.
Proceso anulado por falta de candidaturas
El plazo de presentación de candidaturas para suceder a Juan Carlos Aznar expiró sin que se presentara ninguna. Por ello, el proceso quedó anulado y a partir de ahí la Autoridad Eclesiástica pertinente es la encargada de designar a quien estime conveniente para la gestión y los procesos que se estimen oportunos. Esta falta de aspirante no hace sino profundizar aún más en la crisis en la que el Consejo está sumido desde que Aznar presentara a finales de junio a los hermanos mayores, al vicario y al obispo su dimisión “irrevocable” como presidente, un paso que también tomaron los miembros de la Mesa Permanente.