La entrada ilegal de inmigrantes en Ceuta parece haber encontrado una nueva modalidad hasta ahora poco frecuentada, la de las motos de agua.
Ésa fue la escena que sorprendió ayer a los bañistas de La Ribera y el Tarajal, que vieron cómo a plena luz del día era desembarcado en la orilla un grupo trasladado por mar desde Marruecos. En total, cuatro inmigrantes, al menos uno de ellos magrebí y el resto de origen subsahariano, que llegaron hasta el litoral en varios trayectos. Cuando se encontraban cerca de tocar tierra, los pilotos desaparecieron a toda velocidad para burlar la vigilancia. Los cuatro fueron atendidos por voluntarios de Cruz Roja en la misma playa. Hasta ahora esa técnica sólo había sido utilizada en contadas ocasiones, pero la rapidez con la que los conductores de las motos pueden entrar y salir de Ceuta a través del espigón que limita con Marruecos facilita los pases.