Tres personas están ya detenidas en los calabozos de la comisaría de Los Rosales por su presunta relación con la revuelta ocurrida en la tarde del pasado lunes en el Príncipe, en donde varios agentes de radiopatrullas del CNP fueron apabullados, lesionados y hasta les sustrajeron algunas de sus pertenencias.
En en el caso de, al menos, uno de ellos se entregó después de que los agentes reconocieran a varios de los individuos que participaron en esta tangana. Quien no ha sido detenido aún es la persona que tras ser detenida por un presunto caso de violencia de género pudo escapar tras llamar la atención de los presentes.
Tal y como ha estado informando El Faro, los agentes actuantes se vieron rodeados por una treintena de individuos que les apedrearon los coches y les causaron erosiones facilitando de esta forma que la persona que se iban a llevar detenida pudiera escapar. En la revuelta les quitaron los grilletes, una defensa, un equipo y un cargador completo de una de las pistolas oficiales de los agentes.
El presidente de la Asociación de Vecinos del Príncipe, Kamal Mohamed, ha condenado los hechos lamentando que la actuación de un grupo reducido dañe la imagen del resto de la barriada. Según Mohamed, siempre hay individuos que están detrás de episodios como el del lunes u otros; individuos que no hacen sino un daño global al resto de vecinos que terminan viéndose afectados por altercados de este tipo.
Mohamed ha mostrado su “solidaridad” con los agentes de los zetas que fueron lesionados, recalcando que actos así “no se pueden permitir en un estado de derecho. Es lamentable”, significó.
El presidente vecinal quiso hacer hincapié en que al igual que hubo personas que causaron este daño a los agentes, también hubo vecinos que recriminaron su actitud, ya que no veían con buenos ojos que se estuviera vetando la actuación policial más si cabe cuando se trataba de la detención de una persona por un presunto caso de violencia de género.
Insiste Mohamed en que, al margen de lo sucedido, las administraciones deben implicarse en la barriada para evitar que la delincuencia progrese. Una manera de hacerlo, dice, es no solo apostando por la seguridad, sino también dando una oportunidad a la cantidad de jóvenes que carecen de salidas.