La familia castrense recordó un 24 de julio más al militar valenciano, fallecido hace 32 años en acto de servicio mientras ayudaba a sofocar un incendio colosal
“Camaradería”, dijo ayer en un momento de las sentidas palabras que pronunció el coronel jefe de la ULOG–23, Ricardo María Espíritu y Navarro durante el acto en memoria de Antonio Güeto, soldado fallecido estando de servicio hacía ayer justo 32 años, “es formar codo con codo, día a día, con quienes comparten tus ideales de Patria, honor, lealtad y servicio. Camaradería es saber que con el paso del tiempo tus compañeros seguirán a tu lado y si caes, saber que tu recuerdo perdurará vivo en ellos”.
Bajo un imponente cielo azul abriendo la mañana ceutí, la familia castrense quiso, un año más, reunirse para rendir homenaje al soldado Güeto, quien murió mientras ayudaba en las labores de extinción del incendio que se había producido en las proximidades del polvorín de ‘El Renegado’. El camión aljibe que ocupaba como ayudante del conductor volcó, falleciendo prácticamente en el acto, mientras el conductor resultaba gravemente herido.
“Hace unos días, Ceuta ha sufrido un incendio”, recordó ayer el coronel Antonio Damián, “pero aquel fue el mayor de todos los que ha tenido esta ciudad, y por este motivo el comandante general de la época mandó a toda la guarnición para que participara en la ayuda”, señaló quien también puso su granito de arena en la fatídica jornada. Al igual que el comandante Antonio Izquierdo, que, aún con pesar, señaló ayer en la plazoleta que lleva el nombre de Güeto que “hubo muy mala fortuna pero ya sólo queda hacer que cada año recordemos a los militares que nos han dejado luchando por España”. Como Güeto, siempre eterno en la memoria de la ciudad, siempre arropado por la camaradería castrense.