Esta misma semana la directora general de Tráfico, María Seguí, mostraba su malestar por la inexistencia de controles suficientes de alcoholemia y de droga que deben ser practicados por la Policía Local.
Un malestar que choca con una realidad evidente en Ceuta: no se hacen controles para detectar el consumo de estupefacientes entre los conductores porque Gobernación carece de los medios para ello.
La excusa es que son muy caros. Así que en la ciudad resulta imposible hoy por hoy saber si un conductor ha consumido estupefacientes salvo que, tras ser detenido, se le traslade al Hospital; acción ésta que se lleva a cabo en actuaciones muy concretas.
Los controles de alcoholemia sí se hacen pero una vez por semana. Así que la crítica efectuada por Seguí tiene visos de continuar.