Caballas llevará al pleno de la semana que viene una propuesta para incluir en la próxima modificación de créditos del Presupuesto General de la Ciudad para 2014, una partida de dos millones de euros con vistas a poner en marcha, por la vía de urgencia, un Plan de Empleo para Personas en Riesgo Inminente de Exclusión Social.
Caballas considera clave esta propuesta toda vez que el paro sigue siendo el principal azote de la ciudad. “Miles de familias ceutíes sufren las dramáticas consecuencias de una lacra que se prolonga indefinidamente en el tiempo y amenaza muy seriamente la imprescindible estabilidad social”, advierte la coalición, que espera obtener el apoyo de los demás grupos políticos para materializar su propuesta.
“A pesar del reconocimiento unánime de la gravedad de esta situación, lo cierto es que no conseguimos revertirla. Las cifras de paro no descienden. La actividad privada no se recupera. Y con ello, la desesperación entre miles de personas se comienza a extender peligrosamente”, indica.
“Hemos de reconocer con pesar que los escasos instrumentos de los que disponemos para paliar, si quiera en parte, los duros efectos del desempleo, no se utilizan con criterios de eficacia. Es preciso recordar que el Gobierno de la Nación rechazó la propuesta de la Asamblea de que el criterio básico para la selección de personas en los planes de empleo fuera la situación económica de las aspirantes. Incomprensiblemente, se mantuvo la antigüedad como criterio prioritario, lo que provoca que miles de familias, muy necesitadas, se hayan visto privadas de su posible acceso a estos programas de empleo”, recuerda Caballas.
Encima de la mesa aparecen múltiples problemas. De entrada, la consecuencia más dramática de lo expuesto es que se está generando una bolsa de exclusión social cada vez más amplia y cada vez más angustiosa. “La Asamblea no puede mantener una actitud contemplativa ante un fenómeno social de esta naturaleza. Se trata de una prioridad indiscutible. No se puede condenar a la desesperación y a la marginalidad a un tercio de la población”, señala.
Caballas considera que la Asamblea tiene la obligación de aplicar todos los recursos posibles a la lucha contra la marginación social que provoca el desempleo indefinido. “La tolerancia implica culpabilidad. La Asamblea tiene que revisar sus objetivos políticos y situar en el eje de su política presupuestaria la lucha contra el paro en todas sus dimensiones. Una de ella, sin la menor duda, es evitar el deslizamiento desde la condición de parado a la de marginado social. Es preciso actuar con urgencia y contundencia. Sin más excusas”.