Los pases de menores sirios a través de la frontera del Tarajal ya son prácticamente diarios. Los últimos tuvieron lugar ayer, el primero durante la mañana: una chica de 14 años que superó los controles de las fuerzas de seguridad y llegó hasta las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde la cifra de compatriotas se sitúa por encima del centenar entre adultos y sus hijos.
La segunda entrada de la jornada la protagonizó otra niña de 11 años cuya madre ya reside en el centro del Jaral junto a varios de sus vástagos.
La joven de 14 años, al ser menor de edad y no tener a sus padres en las instalaciones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, fue trasladada por la Policía Nacional hasta el centro de San Ildefonso, donde quedó a cargo del Área de Menores. En cambio, la hija de 11 años de una de las inmigrantes de esta nacionalidad permanecerá con ella y sus hermanos en el CETI de acuerdo con los criterios de reagrupación familiar aplicados por la Administración General del Estado ante estos supuestos.
Otro de los perfiles predominantes entre un colectivo cuya cifra de miembros continúa en aumento es el de féminas embarazadas. De un repaso a los núcleos familiares llegados desde finales de 2013 a la actualidad, se puede concluir que el peso de mujeres en estado de gestación es importante y, en varios casos, dieron a luz en el Hospital Universitario.
Los ciudadanos procedentes de este país de Oriente Próximo esperan la autorización o la protección internacional para viajar a la península u otros países europeos.