La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad autónoma ha citado a declarar como imputados por un presunto delito de tráfico de influencias, tal y como había pedido la acusación con el respaldo de la Fiscalía,
al vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad de Granada (UGR), Luis Miguel Jiménez del Barco Jaldo; al director del Departamento de Derecho Financiero y Tributario de la institución nazarí, Ernesto Eseverri Martínez; y al secretario del mismo, Luis Monchón, según han informado a ‘El Faro’ fuentes cercanas al caso.
Los tres testificarán como imputados por el mismo supuesto delito por el que declararon hace unos meses el actual director provincial del Ministerio de Educación, Cecilio Gómez, y la profesora María del Carmen Morón, su esposa, en el curso de las diligencias que se instruyen para aclarar el acceso de esta última a un contrato como docente a tiempo completo en la Facultad de Educación desde el pasado año académico. Su defensa recurrido ante la Audiencia la imputación de Jiménez, Eseverri y Monchón.
Además de los tres cargos de la UGR mencionados la instructora aún espera conocer los testimonios de varios representantes más de la universidad. Hasta la fecha ya ha oído a Gómez, a Morón, al decano de la Facultad y a integrantes del Comité de Empresa.
La instrucción trata de aclarar, previa denuncia de un ex profesor, si Cecilio Gómez pudo hacer uso de su cargo o de sus relaciones personales para propiciar determinados cambios en la UGR, en concreto el traslado de la asignatura de Introducción al Derecho desde el departamento de ‘Derecho Mercantil’ al de ‘Derecho Financiero y Tributario’. La denuncia subraya lo “extraño” de un cambio que “rara vez se produce entre departamentos sin contrapartida alguna”, según algunas declaraciones, y el hecho de que su ejecución se produjese justo después del acceso de Gómez a la Dirección Provincial, en primavera de 2012.
En 2007, la profesora que venía impartiendo esta asignatura como fija dejó esta responsabilidad, que empezó a salir a concurso. En varias ocasiones Morón fue la ganadora pero la imposibilidad de impartir dos asignaturas adscritas a dos departamentos distintos le llevó a renunciar también repetidamente, con lo que accedían al puesto los segundos clasificados (en el año académico 2010-2011, el ahora denunciante).
Morón mantuvo su contrato temporal en la Facultad hasta el pasado curso, cuando fraguó el paso de la materia referida de un departamento a otro, cuando finalmente devino en relación a tiempo completo, “mucho mejor” retribuida, según fuentes de la Facultad. El denunciante entiende que el director provincial estaba, como responsable de una institución que aporta fondos a la UGR (institución de la que él mismo es profesor) en Ceuta, en posición para influir a favor de su esposa, cuya nueva y mejora situación se justificó “alegando una carga lectiva con una tercera asignatura todavía no implantada”, según fuentes cercanas al denunciante.
Este periódico ha intentado sin éxito conocer la versión del director provincial, que en sede judicial negó cualquier comportamiento irregular y puso de relieve el magnífico currículum y expediente de Morón.