La pasada semana se celebró en el gimnasio del Colegio San Agustín de Ceuta un seminario de Kárate-do Shorin-ryu Kyudokan, impartido por el sensei Rodolfo Martini Dietrich, 5º Dan y presidente de la Asociación Española de Karate-do Kyudokan de Okinawa (AEKKO), asistido por el sensei Saúl Fernández, ambos procedentes de la ciudad de Málaga.
Fue un evento abierto al público donde participó el alumno de Damián García Guillén, sensei del dojo establecido en septiembre de 2013 en dicho colegio e introductor del estilo Shorin-ryu en Ceuta. Además del perfeccionamiento de las técnicas de ataque y defensa y del estudio de los katas principales, se inició a los asistentes en el uso del “bo”, bastón largo que, junto a otras armas tradicionales –como los conocidos nunchakus– forma parte del arte marcial denominado Kobudo.
El seminario finalizó con las pruebas pertinentes para recibir el cinturón amarillo siendo superadas con satisfacción por todos los aspirantes.
La escuela de Kárate-do Shorin-ryu Kyudokan de Okinawa, conocida ya como el kárate-do de la familia Higa, es una escuela tradicional reconocida en todo el mundo por su historia y por la tradición transmitida a través de los siglos. El Kárate-do Kyudokan, fundado por el maestro Yuchoku Higa, uno de los 10º Dan más famosos del mundo, tiene sus bases en la antigua escuela Shorin, es decir, en el estilo Shuri-te, –“la mano de Shuri”–.
Se trata de una escuela tradicional pero al mismo tiempo evolutiva ya que, si bien se ha trasmitido de generación en generación, busca enriquecer constantemente su contenido técnico, sobre todo en lo concerniente al arte del movimiento, sin perder su esencia original de la que nació.
La escuela Kyudokan predica constantemente el empirismo: la práctica del mismo como único medio para transitar el Do (la vía) ya que no existe un kárate solamente teórico. En la búsqueda constante del perfeccionamiento a través de la práctica se logra, como consecuencia y no como objetivo, el equilibrio armónico entre el cuerpo, la mente y el espíritu y se llega así al dominio de sí mismo y a la paz interior. Obviamente esto se consigue a través de un maestro que será el ejemplo y el modelo y que a través de la práctica guiará al alumno por la vía de la armonía total. Se puede comprender claramente que en kárate tradicional no pueden existir los autodidactas. Efectivamente, no se puede ser maestro, si no se ha tenido un maestro y para ser un maestro se necesita haber sido alumno.
Es una cadena discipular que se trasmite de generación en generación y continuará siempre, en tanto exista el karate tradicional. Dentro de la escuela Kyudokan existe también –como un complemento, no como esencia– un sector deportivo; cualquiera puede participar en competiciones para enriquecer su propia experiencia, pero ha de ser como una libre elección, jamás como una obligación.
Las clases se imparten los lunes, miércoles y viernes en el gimnasio del Colegio San Agustín de Ceuta, de 17:00 a 18:30 horas para menores de 12 años y de 18:30 a 20:00 horas para mayores de 12 años.
Poco a poco la escuela está atrayendo a más alumnos y alumnas, que quieren aprender esta nueva forma de kárate. De momento han realizado varios seminarios, en las próximas fechas volverán a tener otros eventos importantes.
El kárate siempre ha tenido gran presencia en nuestra ciudad y parece que vuelve a tener auge con la llega de esta nueva forma de kárate innovador.