Como es una ruta exitosa, pelean hasta conseguirlo. Este es el auténtico efecto llamada que hay en Ceuta: la escapada en camiones fruto del acoso constante que hay en la avenida portuario. Los datos ratifican esta aseveración. Casi 300 inmigrantes fugados del CETI por esta ruta. Inmigrantes que luego llaman a sus compatriotas para informarles de que ya están en la península. Casi dos mil intentos de pase rechazados por la Guardia Civil en un solo año (detrás de varios de estos intentos están los mismos sin papeles). Datos impactantes, datos que reflejan la enorme presión que se registra en la otra frontera de Ceuta: la del puerto.
Los que se fugan informan del éxito logrado, hasta el punto de que no todos los inmigrantes que hay en el puerto han pasado por centros de acogida. Los hay que tras entrar en la ciudad de manera irregular acuden directamente a la avenida portuaria a probar la suerte, siempre marcada por la temeridad. En el caso de los MENA, los hay que nunca han estado fichados por los servicios de Menores; en el de los adultos, los hay que tan solo han pasado horas en el CETI. La presión va a más y los pases son temerarios.