La Gendarmería de Marruecos interceptó ayer dos pateras en aguas del Estrecho de Gibraltar en las que viajaban 18 inmigrantes subsaharianos que se dirigían hacia las costas españolas. Tras el aviso sobre la presencia de esta embarcación se movilizó la Gendarmería marroquí y no fue necesaria la intervención de Salvamento Marítimo ni de la Guardia Civil. Una patrullera del vecino país se hizo cargo de los dieciocho inmigrantes subsaharianos que iban a bordo de las embarcaciones -diez en una y ocho en otra- y que fueron trasladados al puerto de Tánger.
Salvamento Marítimo ha destacado que las condiciones para la navegación son buenas debido al buen estado de la mar y a la visibilidad. La intervención llevada a cabo por Marruecos viene a significar la colaboración estrecha que está teniendo el vecino país en materia migratoria.
Este hecho hay que vincularlo a las retenciones de los grupos de inmigrantes que intentan entrar en Ceuta, como sucedió en Año Nuevo, con 150 subsaharianos bordeando la playa del Tarajal más otros pequeños grupos en embarcaciones de alta velocidad. Todos fueron interceptados por Marruecos.
Además a diario los agentes del vecino país están impidiendo la entrada de nadadores bien subsaharianos o bien argelinos. Las únicas entradas que se están produciendo son con documentos falsificados u ocultos en el interior de los vehículos como ha ocurrido esta semana.