Fue en ese momento cuando comenzaron a montar jaleo y ello obligó a que por parte de los responsables de la frontera se llamara a la UPR, cuyos agentes se personaron en el lugar en pocos minutos. Les conminaron a que se disolvieran y regresaran a Marruecos, porque la frontera española se cerró por espacio de unos treinta minutos.
Ante el rechazo a las órdenes dadas por los agentes españoles no les quedó más remedio que utilizar material antidisturbios y en pocos minutos se restableció el orden y estos doscientos cincuenta porteadores se introdujeron rápidamente en su país.
También se destaca que durante este tiempo existió cierta pasividad por parte de la Policía marroquí. No hubo que lamentar ningún herido, ni tampoco se produjo ninguna detención por la Policía.
Un subsahariano escondido en un vehículo
Como consecuencia de esta algarada y de estar cerrada la frontera por espacio de treinta minutos, los vehículos no pudieron pasar ni hacia Ceuta ni hacia Marruecos. Pues bien, en esos momentos,se recalentó el motor de un automóvil que estaba en la cola y se escucharon gritos desde dentro, descubriéndose a un subsahariano al que estaban intentando colar de manera ilegal en Ceuta, el cual estaba escondido en un habitáculo en la zona delantera. A lo largo de estos últimos meses se han producido numerosos descubrimientos muy parecidos, como una nueva fórmula ideadas por las mafias.