En el polígono del Tarajal se producen situaciones que no son normales. El descontrol absoluto que rodea al considerado pulmón económico de la ciudad deja en evidencia una falta de determinación política. Se tiene que actuar. Y se debe hacer de inmediato. No puede permitirse que se produzcan situaciones anómalas cada vez que, por ejemplo, se cambia de UIP hasta el punto de que a los clientes de las naves que no son porteadores se les obligue a hacer cola detrás de quienes vienen a cargar bultos. ¿Qué sucede? Que el cliente se va por culpa de una decisión policial que resulta que no es la misma adoptada hace unas semanas cuando mandaba otro grupo distinto de la UIP. No es culpa de los agentes, es de quienes dejan que el Tarajal perviva en ese descontrol. Lo mismo sucede con la entrada de mercancía que sale directamente de naves o viviendas del Príncipe, de almacenes ilegales en donde no se sabe ni la forma en que se guarda el material. ¿Y qué se hace? Nada. Cada día pretenden entrar por la fuerza, antes incluso de que abra el polígono, porteadores que han debido pernoctar en Ceuta (otra ilegalidad) para sacar por el Biutz mercancía que no han generado sus naves sino espacios clandestinos (otra más). La evidencia de los hechos urge a adoptar medidas siempre y cuando se dé el interés que ahora parece faltar.