Los establecimientos ceutíes recurren a esta fecha que se debate entre la tradición anglosajona, la fiesta y el negocio.
La tradición anglosajona de Halloween cobra cada año más relevancia en las empresas locales. Calabazas talladas, telarañas y brujas asustan a los transeúntes desde los escaparates. Aunque con el dulce sabor del tradicional ¿Truco o trato?, una amenaza inofensiva por la cual los niños disfrazados piden golosinas a sus vecinos.
La decoración o la exposición de productos relacionados con la Víspera de Todos los Santos se ha convertido en un reclamo comercial que no escapa a ningún sector. Las tiendas aprovechan el tirón que el terror tiene traducido en ventas y recurre a una estrategia de márketing que aprovecha esta oportunidad de mercado para aumentar los ingresos.
Sin necesidad de que alguna organización empresarial marque las pautas a seguir en esta noche de brujas y difuntos, las tiendas ofrecen sus terroríficos productos desde hace una semana. Tiendas de juguetes como Imaginarium en Calle Real 13 celebran hoy, de 18.00 a 19.30 horas, un taller donde los niños confeccionarán caretas de calabaza. O bien las boutiques de dulces, como Xocolat junto al Hotel Ulises, donde la dependienta recibirá a los clientes ataviada como una monja demoníaca aunque amable que regalará caramelos a todos los niños disfrazados que les visiten. En cuanto a las tiendas de disfraces como Cutillas o Currito, éstas hacen su agosto en pleno otoño, como ocurre en Carnaval. El sector del ocio tampoco escapa de las garras del Halloween y tiene previstas diversas fiestas en distintos locales de la ciudad.
Las cifras derivadas de las ventas nacionales nunca alcanzarán los ingresos desorbitados que mueve esta cita con el consumo sólo en EEUU, donde se registran las mejores ventas después de las Navidades, donde toma protagonismo Papá Noel, otra figura que la sociedad española también ha asimilado a pesar de la existencia de los Reyes Magos.
Halloween es una fiesta de origen celta que se celebra internacionalmente en la noche del 31 de octubre, sobre todo en países anglosajones como Estados Unidos o el Reino Unido, aunque cada año está más presente en el resto del mundo, también en España. Las raíces de esta celebración se encuentran en una conmemoración celta y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre. En parte se trata de un festejo secular, aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso y, en la actualidad, es especialmente económico.
Primer certamen de microrrelatos de Domínguez
Como viendo siendo habitual, el periodista local José Manuel Domínguez ha desarrollado una nueva iniciativa a título particular en su tiempo libre. En esta ocasión, se trata del primer certamen de microrrelatos de terror y misterio organizado a partir de la cuenta de Facebook del informador. Este concurso, al que presentaron más de 30 obras de importante valor literario, se falla esta tarde en el Café Dublín.
El primer premio consiste en 400 euros a canjear en Librería Tótem por gentileza de la Biblioteca Pública; el segundo es un teléfono móvil inteligente cedido por un seguidor de la órbita de Facebook de Domínguez; y el tercero se trata de una cena o almuerzo para dos personas en La Albufera. Asimismo, los galardonados recibirán una placa por gentileza de la Viceconsejería de Festejos. El jurado está formado por Yolanda Carbonell, ex librera y geógrafa, y Leo Campoamor, periodista de RNE. La entrega de premios tendrá lugar a las 22.00 horas en el mismo pub y correrá a cargo de Antonio Alarcón, director de la Biblioteca; Salvador Jaramillo, viceconsejero de Festejos; y es posible la asistencia de Mabel Deu, consejera de Educación, Cultura y Deporte. Tras este acto, comenzará una fiesta de Halloween.
El periodista destacó que este certamen pone de manifiesto que las redes se pueden utilizar para difundir la cultura, como él mismo hace en su cuenta. Además, explicó que el microrrelato es una construcción narrativa literaria única para iniciarse en la lectura ya que el volumen de lectura es menor y puede emplearse también en la comunidad educativa para estimular el placer por la lectura. Domínguez indicó que la idea original parte de un certamen lanzado por Unión Radio (Cadena Ser) para escribir un relato a partir de la última frase de la última novela de Mario Vargas-Llosa, Premio Nobel de Literatura y último Premio Convivencia de la Ciudad.