Pues bien, la idea primordial en estos momentos desde Fomento está en los contactos con las distintas navieras que utilizan la línea de interés público entre Ceuta y Algeciras y además otras que ahora mismo están fuera pero que estudian la posibilidad de sumarse a la navegación entre los dos puertos. Desde el departamento ministerial se ha ido más lejos y hasta se ha llegado a contactar con navieras extranjeras porque se entiende que el montante global de la aportación estatal es un dato suficientemente atractivo para el negocio del transporte marítimo en unos momentos de crisis económica como el actual.
Contactos
Sin embargo, aparte de esos contactos entre la Administración General del Estado y las navieras, también se ha abierto un campo a los contactos entre las propias navieras entre sí mismas con el objetivo de comunicar a Fomento si cuajan los acuerdos entre ellas para la presentación de un proyecto conjunto. Y es que lo que no se desea desde el Ministerio es convocar nuevamente el concurso para que el mismo quede desierto.
Parece ser que esas negociaciones entre empresas pudieran llegar a buen fin y entre los socios estarían por un lado alguna de las que ahora mismo sí navegan entre los puertos de Ceuta y Algeciras y, por el otro, otra empresa que aún no ha se establecido, pero que sí mostró su interés en los primeros meses del pasado año y que tendría parte del capital de nuestra ciudad.
Ahora, por supuesto, todo se reduce a una posibilidad de oportunidad empresarial, porque parece claro que el pliego de condiciones que en su día quedó desierto no parece atractivo, aunque a lo mejor a una unión temporal de empresas sí le podría interesar. De otra manera, si se tuviera que esperar a la segunda de las opciones, es decir, a la redacción de un nuevo pliego de condiciones que regulara de mejor manera la bajada en el precio de los billetes y con ello se incrementar en parte la aportación estatal, entonces a buen seguro que el número de interesados crecería.
Acuerdo
Pero ello no sería óbice para que lo mismo se mantuviera el acuerdo entre algunas de las navieras para concurrir de manera directa. La verdadera incógnita que se ha despejado en estos noventa días que han trascurrido desde que por parte de la Administración General del Estado se dio carpetazo de manera definitiva al concurso público por falta de licitadores es que la mejor solución para garantizar ese derecho que tienen los ceutíes a transitar en su autopista particular del Estrecho es con el contrato estatal.
El mismo consejero de Economía, Hacienda y Recursos Humanos, Emilio Carreira, reconocía en el pleno de la Asamblea que se celebró el martes durante más de ocho horas que aunque desde el Partido Popular se pudiera tener una visión liberal de la economía lo que sí parecía cierto desde luego es que a donde no llega la iniciativa privada debían acudir los poderes públicos.
Una explicación muy clara de que es normal que una empresa naviera cancele una serie de rotaciones que son contrarias a sus intereses comerciales, pero que si existe el contrato estatal, desde el propio Ministerio de Fomento se puede obligar a su instalación aunque sean deficitarias desde el punto de vista económico.
Las claves
Preparación
Acuerdo entre las dos administraciones
En la práctica, el Ministerio de Fomento acepta las sugerencias que le llegaron desde la Ciudad Autónoma de Ceuta y la Delegación del Gobierno, de modo que se rebajaba el precio de los billetes en un veinticinco por ciento e igualmente para compensar el número de rotaciones.
Convocatoria
Quedó desierto el concurso
En los primeros días del verano se produjo la convocatoria del concurso con el pliego de condiciones pactado entre las dos administraciones. No se presentó nadie y no tuvieron más remedio que dejarlo desierto.
Reflexión
Se anuncia el inicio de una reflexión
Tras quedar desierto se anuncia una reflexión por parte del Ministerio de Fomento, pero la solución más factible, que era la prórroga del contrato, queda descartada en la práctica desde el primer minuto. Cuando llega el treinta de septiembre se suprime el contrato y un mes después se ha comenzado a hablar nuevamente de su convocatoria, porque el dinero está en los presupuestos.