Las fuerzas marroquíes impidieron la entrada de unos 50 inmigrantes por el Tarajal a primera hora de ayer. El grupo había sido divisado por las cámaras térmicas de la Benemérita, dando aviso a las fuerza vecinas para que actuaran. Así fue, impidiéndose que el medio centenar de subsaharianos consiguiera acercarse siquiera al espigón. Sólo tres de ellos pretendieron arrojarse al mar, pero su idea resultó fallida toda vez que las unidades marítimas marroquíes se lo impidieron.
Según fuentes consultadas por este medio, el grupo se quedó a medio camino, sin que consiguieran llegar hasta el espigón como en anteriores ocasiones. En terreno español, Policía Nacional y Benemérita esperaban informaciones por si era necesaria su intervención, algo que no se llevó a efecto.
Esta entrada viene a demostrar la presión migratoria que existe al otro lado de la valla, con la presencia más próxima de unos 900 inmigrantes, tal y como estiman las fuerzas de seguridad españolas.
El último intento de entrada previo al de ayer se produjo en plena celebración de la Pascua del Sacrificio, cuando unos 500 subsaharianos pretendieron el acceso a Ceuta abriéndose en tres grupos y mostrando unos ademanes más violentos de lo normal. La rápida intervención de la Policía marroquí evitó que se produjera ese acceso; algo que no habría podido asumir la ciudad por cuanto sigue manteniendo un CETI con el máximo nivel de plazas ocupadas.
A diferencia de en anteriores intentos de entrada, el producido ayer no vino marcado por la agresividad ni por estrategias que hicieran pensar que se estaba ante un pase organizado. Más bien se ha entendido como un reflejo de la presión que existe al otro lado de la valla y la desesperación por cruzar a Ceuta después de la caída de las primeras lluvias y el empeoramiento del tiempo.