La comitiva portó el féretro del Príncipe al cementerio musulmán. El entierro tuvo lugar sobre las 15:15 horas, después del rezo Dhohr. Un grupo de mujeres y niños presenció la ceremonia desde Loma Colmenar.
El Puente del Quemadero, en el horizonte desde el Grupo Erquicia, se veía borroso por el efecto del calor de mediodía. Una hilera de personas, a ambos lados de la carretera, esperaba la comitiva fúnebre que descendía la cuesta en dirección al cementerio de Sidi Embarek. A hombros, familiares y amigos portaban el féretro de Mustafa A.A., más conocido como ‘Tafa Sodia’, víctima mortal del tiroteo ocurrido en la madrugada del miércoles en La Marina, cerca de los Baños Árabes.
Unas dos mil personas recorrieron el camino que dista entre el Príncipe Alfonso y el camposanto musulmán acompañando al fallecido en el último trayecto antes de su descanso eterno. El séquito estuvo compuesto por hombres adultos que mantuvieron relación con el difunto en vida o bien se solidarizaron con la familia, aún sumida en un profundo desasosiego por la tragedia del asesinato.
La avenida Claudio Vázquez, en el tramo entre la mezquita de Sidi Embarek y la barriada La Reina, era un hervidero de personas que ya conocían que el cortejo transitaría por esta arteria sobre las 15.00 horas. Desde las ventanas de los bloques de Juan Carlos I y Los Rosales, los vecinos se asomaban para contemplar la columna humana que se adentraba en la calle lateral de La Reina. La marea humana elevó el ataúd hasta alcanzar a la nueva morada de ‘Tafa Sodia’.
Una parte importante de los musulmanes que asistieron al rezo en Sidi Embarek salieron al encuentro del féretro transportado por los allegados del difunto y se sumaron físicamente al grupo o bien expresaron sus condolencias a los acompañantes.
El ataúd se encontraba cubierto como es tradición por un paño con versículos del Corán y a hombros por personas con las que el asesinado mantenía un contacto especial, función en la que los hombres se fueron turnando en el itinerario acordado previamente por los familiares.
Algunos de los ciudadanos destacaron la gran afluencia de vecinos al funeral. “Nunca había visto a tantas personas reunidas para decir adiós a alguien”, manifestó uno de los presentes. Fueron personas venidas de distintas barriadas de la ciudad autónoma, en ningún caso necesariamente del Príncipe.
Las plegarias y rezos por el muerto resonaron entre los edificios de La Reina, unos ruegos a Allah amplificados por la estrechez de las calles, hasta converger la multitud en el cementerio de Sidi Embarek, en una de las zonas habilitadas para entierros en su ampliación.
Finalmente, los reunidos bajaron la colina hasta la zona sureste de Sidi Embarek e introdujeron el cuerpo en la fosa número 3.110. A pesar de que los forenses recomendaron a la familia que no vieran a ‘Tafa Sodia’ por los daños sufridos, los servicios fúnebres comprobaron el estado del cuerpo y determinaron que se encontraba en condiciones para el amortajamiento. Los imames especialistas en la materia se encargaron de esta labor, arropándolo en tres telas, y dejaron al descubierto el óvalo de la cara para que sus familiares y amigos pudieran despedirse de él.
Frente a la ladera destinada al enterramiento de los musulmanes, se encuentra la construcción de las 317 VPO de Loma Colmenar, donde mujeres y niños se congregaron para presenciar también este multitudinario funeral. Desde este punto, en la carretera que conduce a la calle doctor Abdelkrim, decenas de personas contemplaban la riada de ciudadanos que descendían de La Reina hasta la tumba de ‘Tafa Sodia’, inundando de color la tierra con sus vestimentas.
Desde este enclave, las féminas que se solidarizaron con los parientes del tiroteado tuvieron una vista general del cementerio y de las personas que se afanaban en preparar la sepultura para que así el fallecido pueda descansar en paz. Entre los asistentes, surgieron voces que vaticinaban disturbios durante el entierro por la violencia con la que acabó la vida de ‘Tafa Sodia’, víctima de un tiroteo. Sin embargo, el funeral transcurrió sin incidentes y en absoluta normalidad.
El rezo se ofició en la mezquita de la Recarga
La multitud de personas que se despidieron ayer de Mustafa A.A., conocido popularmente como ‘Tafa Sodia’, asistieron al rezo de mediodía o Dhohr y al propio del funeral en la mezquita conocida como de la Recarga, por la zona en la que se encuentra localizada. Este templo fue construido por el propio Tafa Sodia y sus familiares ya que el terreno era de su propiedad y quisieron contribuir así a la comunidad musulmana en la ciudad autónoma. Esta mezquita es independiente, es decir, no pertenece a ninguna federación y su mantenimiento también corre a cargo de los parientes y, hasta el momento, del ahora difunto. En este centro de oración, en la barriada Príncipe Alfonso, se reunió un elevado número de personas que podía divisarse desde los Grupos Erquicia, junto a la barriada Juan Carlos I. Desde este enclave, los amigos y seres queridos del asesinado abandonaron el templo y se dirigieron a través del Puente del Quemadero hasta la avenida Claudio Vázquez y, desde ese punto, continuaron hasta La Reina donde tomaron rumbo hasta el cementerio de Sidi Embarek. Después de minutos de emoción y tristeza, el difunto llegó a la fosa donde yace
Ver video de la despedida hacia el cementerio de Sidi Embarek de "Tafa Sodia":