Ha vuelto a suceder. Una trabajadora de la oficina de empleo y su director sufrieron ayer un nuevo episodio de presión protagonizado por un usuario, lo que ha provocado que la Federación de Servicios Públicos de UGT anuncie su intención de denunciar los hechos ante la Inspección de Trabajo. El sindicato se ha cansado ya de advertir esta problemática, de solicitar por los canales existentes mayor vigilancia, de pedir a las administraciones que haya una implicación, para, al final, obtener la callada por respuesta. Lo que sucedió ayer fue que una funcionaria, tras informar a un usuario de que el certificado que debía aportar para su gestión estaba caducado, terminó siendo víctima de una agresión verbal que se extendió al director de la oficina cuando quiso mediar. Finalmente, la intervención del vigilante de seguridad acabó con este episodio. Tras lo ocurrido, UGT ha confirmado que acudirá a la Inspección para denunciar los hechos y poner de manifiesto “la dejadez” de la administración al “no haber hecho nada por mejorar la seguridad”.
“Una vez más, se vuelve a poner en peligro la integridad de los trabajadores que, realizando su trabajo de la mejor manera posible, intentan solventar con su labor las necesidades de los demandantes”, indica UGT. El sindicato reconoce la desesperación de quienes acuden hasta la oficina pero también pone de manifiesto la necesidad de garantizar la integridad de los que allí prestan servicio. Ya la semana pasada el sindicato ponía de manifiesto la tensión que se registra siempre que llegan los planes de empleo y hay una mayor asistencia. Los trabajadores del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) han padecido ya de todo: insultos, trato vejatorio, agresiones físicas y hasta en una ocasión un individuo les mostró un arma que después resultó que era simulada.