Mañana jueves, y a partir de las nueve de la mañana, sesenta y tres ceutíes, entre los que se encuentran dos mujeres, están citados en el salón de actos del Palacio de la Asamblea para la realización de los exámenes que permiten la obtención de licencia para la conducción del servicio público de taxi. Para la obtención del mismo, los sesenta y tres aspirantes deben contar con más de veintiún años y tener el BTP obligatorio, por supuesto, además de sobrepasar las tres pruebas a las que les someten por parte de los técnicos encargados del examen.
En la primera de ellas deben pasar un examen sobre el conocimiento exacto del callejero de nuestra ciudad, luego a continuación una prueba sobre la ordenanza de este servicio público y en tercer lugar una prueba práctica allí mismo. Les sitúan en un punto de Ceuta y les piden que lleven el taxi, de manera imaginaria, hasta otro punto. El aspirante debe lógicamente señalar cuál sería su trayectoria.
Estas pruebas normalmente sólo se convocan una vez al año, pero, en ocasiones, se han llegado a realizar en dos ocasiones en el mismo ejercicio, dependiendo del número de aspirantes que estuvieran inscritos.
A pesar de la propia crisis económica que vivimos en estos momentos, lo cierto es que no se ha notado, desde luego, un incremento importante en el número de aspirantes e incluso se puede llegar a afirmar en este caso concreto que es una cifra menor que en las convocatorias más recientes, según se confirma desde la misma Ciudad Autónoma.