Hoy celebramos el Día de Europa. Y visto, claro está, desde el punto de vista de una ciudad europea por convicción aunque geográficamente africana, la Unión Europea debe verse como la herramienta que sirvió para la transformación de esta ciudad como se ha podido comprobar en los últimos veintisiete años. Porque no solamente España se ha modernizado al albor de las mismas estructuras comunitarias, sino que Ceuta ha seguido esos mismos pasos. No se podría entender la Ceuta actual sin ser partícipe de esa Unión Europea de veintisiete miembros. Sin embargo, por esa posición geográfica que ocupamos, por ser frontera sur de Europa, por ser la única frontera de la Unión en el continente africano, por multitud de circunstancias más que conocidas, Ceuta necesita, por supuesto, de un mayor amplio reconocimiento por parte de la Unión Europea en los próximos ejercicios, donde de manera indudable los efectos estadísticos no sean tenidos en cuenta a la hora del reparto de los fondos, ya que nuestras especificidades forman parte de nuestras estructuras y son absolutamente invariables. Pero al igual que los ceutíes nos sentimos orgullosos de ser españoles, también lo sentimos por ser europeos.